Opinión

El anuncio de Maci

Análisis del Programa “Empalme”

El 1º de Mayo el presidente de la Nación anunció una programa de reconversión de “planes sociales” en subsidios para el pago de salarios. Lo hizo junto al polémico sindicalista Momo Venegas en acto de celebración de día del trabajador.

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Por Cristian Arroyo

El 1º de Mayo el presidente de la Nación anunció una programa de reconversión de “planes sociales” en subsidios para el pago de salarios. Lo hizo junto al polémico sindicalista Momo Venegas en acto de celebración de día del trabajador.
El 3 de mayo la medida se oficializó, siendo saludada por los medios oficialistas. Ismael Bermúdez, desde el diario Clarin, anunció que se buscaba incluir a 80.000 beneficiarios por año y que apunta a un millón de beneficiarios potenciales.

Vamos a realizar en este artículo un análisis en dos planos, el estrictamente técnico y el político.
Elementos técnicos

Programas a reconvertir

El gobierno proponer reconvertir programas del Ministerio de Trabajo y de Desarrollo Social, los cuales enumera. Veamos cuales son y si es posible la reconversión.
Jóvenes con Más y Mejor Trabajo, este programa
Seguro de Capacitación y Empleo, se trata de una prestación cuyo plazo máximo es de 10 meses y esta orientada a la capacitación. Si el nuevo programa tiene una duración de 24 meses no se trataría ya de una reconversión.
Promover, que tiene como población objetivo a discapacitados, financiando actividades de interés comunitario y apoyo a la inserción laboral.
Progresar, este programa financiado por la Anses esta dirigido a jóvenes hasta 25 años, estudiantes. Busca asegurar los medios para que los jóvenes puedan graduarse o capacitarse. No es un plan de empleo, sino de fortalecimiento educativo.
Intercosecha, que brinda a los trabajadores una ayuda económica no remunerativa de $2300 mensuales durante el receso estacional (por un período máximo de hasta cuatro meses). Otro programa que no admite reconversión, ya que justamente esta pensado como un incentivo al trabajo formal estacionario.
Construir Empleo, Es un programa de duración máxima de 8 meses que facilita elementos para proyectos de construcción. Tampoco admite reconversión.

Egresados de los cursos de Formación Profesional. No hace falta aclarar que si son egresados no tiene ningún plan social y por lo tanto lo pusieron para rellenar.

Sobre estos programas y desde una mirada técnica, la posibilidad de hablar de reconversión es muy difícil de defender, ya se trata de programas a) con tiempo máximo de duración, b) dirigidos a la capacitación, c) o a poblaciones especificas (discapacitados, trabajador golondrina, contrucción)

Aquí aparecen los programas que si puede adecuarse a la norma, los encuadrados en el Plan Nacional Argentina Trabaja, específicamente Ellas Hacen e Ingreso social con trabajo.
Sumando todos estos programas, el universo es de 300.000 personas, el 1,3% de la población económicamente activa.

En síntesis:
Universo: Lejos del millón de beneficiarios, el universo potencial de esta medida apenas supera las 300.000 personas, trabajadores que forman parte de cooperativas y otras instancias de trabajo bajo programa.

Muchos de ellos escogidos teniendo en cuenta las dificultades de los mismos para insertarse en el mercado formal.
Pronostico de alcance. El gobierno habla de 80.000 personas por año, parece una broma de mal gusto. Un informe del Ministerio de Trabajo muestra que desde enero de 2016 hasta enero de 2017, se crearon esa misma cantidad de empleos impulsados por empleo estatal y monotributistas, mientras que en el sector privado se perdieron 25.323 puestos en el mismo periodo.

Pronosticar que en un año 80.000 personas puedan utilizar este programa de reconversión es una falta de respeto a la inteligencia.

Para que se entienda, en un país que destruye empleo, el gobierno se pone la meta de que 80.000 personas, el 26,6% de los trabajadores que están cumpliendo tareas en cooperativas sociales, encuentren un trabajo formal, cuando el país destruyó 25.323 puestos de trabajo en un año según el Ministerio de Trabajo, 127.000 entre enero y septiembre según el INDEC y 400.000 según la CGT, es técnicamente imposible.

Estimamos que, de exitir una capacidad de gestión de la que dudamos, se podría alcanzar un máximo de 10.000 “empalmes” por año.

Elementos políticos
El presidente lanza esta política junto al sindicalista símbolo de la subordinación a los grupos económicos tradicionales. Lo hace además buscando reforzar la idea de que los beneficiarios de las prestaciones sociales son “vagos”, contraponiéndolo a la idea de trabajador.

Este prejuicio es falso, pero tiene que ver con la capacidad de los sectores de las derechas de construir una falsa imagen de la estructura social argentina.
Muchos argentinos creen que son millones los planes de empleo en la Argentina, como lo eran en el año 2001.
Sin embargo, la recuperación de empleo y la inclusión en la seguridad social son los ejes de la mejora social de la última década.

Tengamos en cuenta otro dato, Clarin dice, sin ponerse colorado, que “se apunta a un millón de beneficiarios”, dos renglones después de decir que se busca 80.000 traspasos por año. No es falta de información, es la explicitación de que el objetivo no es solucionar problemas, sino reforzar el prejuicio de que hay un millón de personas en uso de planes de empleo. Lo cual es falso, pero destruye la solidaridad social.

Si el trabajador formal, y aún el informal, creen que hay un millón (en este caso), 21 millones (en la nota del 30/4/17 de Ismael Bermúdez) o cualquier otro número inflado, asume la actitud anti solidaria, anti estatal y favorable al neoliberalismo que permitió el triunfo de Mauricio Macri en 2015.

Cristian Arroyo es Licenciado en Trabajo Social y especialista en políticas sociales.