La protesta estaba encabezada por un grupo de jóvenes que portaban una pancarta de un grupo de ultraizquierda y que arrojaron botellas contra la policía, que reaccionó lanzando gas y golpeándolos con porras. Más temprano, algunos manifestantes lograron burlar los controles implementando métodos alternativos de protestas, como el caso de decenas de jóvenes que se congregaron en la plaza para sentarse a leer libros. La plaza Taksim, adyacente al parque, y la zona comercial de Istiklal Caddesi amanecieron rodeadas por las fuerzas policiales, cañones de agua y excavadoras preparadas para levantar posibles barricadas y bloquear el ingreso, informó la agencia de noticias DPA. Numerosas organizaciones vinculadas a las protestas de Gezi, las mayores de la historia reciente de Turquía, convocaron marchas en todo el país para conmemorar el primer aniversario de las revueltas que tuvieron al país en vilo durante semanas. Sin embargo, las autoridades ya habían anticipado que no tolerarían ninguna reunión en la plaza y que más 25.000 agentes apoyados por 50 camiones antidisturbios, esperaban la orden para intervenir. «Los de (el parque) Gezi convocaron una marcha a Taksim. Si van para hacer algo así, perdonen, pero la Policía tomó medidas rotundas y hará lo que sea necesario, de la A a la Z», advirtió Erdogan en un discurso difundido por la cadena CNNTürk. Dentro del dispositivo para controlar las marchas, las autoridades limitaron el transporte que circula en las inmediaciones de la plaza y cancelaron el servicio de ferries que une la parte asiática con la europea, donde se encuentra Estambul. En los alrededores de la plaza se desplegaron también ambulancias y vehículos de los bomberos para prevenir posibles enfrentamientos. El 28 de mayo de 2013, cientos de ecologistas acamparon entre los árboles del parque Gezi de Estambul, único espacio verde que sobrevive en la ciudad, para impedir que las excavadoras lo arrasaran para construir un centro comercial. Los activistas fueron desalojados violentamente por la Policía y más manifestantes acudieron al lugar. El 31 de mayo una nueva intervención de la policía para desalojar el parque y la aledaña plaza Taksim desencadenó violentos enfrentamientos, con decenas de heridos, que marcaron el comienzo de la mayor ola de protestas en Turquía en décadas. Desde que empezaron las protestas hasta hoy, 14 personas murieron en episodios relacionados con el parque Gezi. Pese a la fuerte oposición y a las denuncias de corrupción el gobierno islamista conservador de Erdogan, mantuvo su poder e incluso lo retuvo en las elecciones comunales celebradas en marzo. Por otro lado, los miles de manifestantes que resistieron durante semanas en la plaza no lograron catalizar esa fuerza en la formación de ningún movimiento político que altere el equilibrio de fuerzas vigente.
Fuente: Telam