Opinión

Escribe Abel Fatala

En la ciudad, los ciudadanos primero.

En la ciudad de Buenos Aires, hay costumbres que tienen su tiempo como la de conversar en la calle, nos hacemos conversadores por pasión y podemos profundizar sobre un tema complejo en tres baldosas. Eso nos hace ciudadanos comunes de la ciudad que amamos. Hoy ocurre que, cuando nos detenemos en una esquina, el intercambio verbal es muchas veces una queja.

Abel Fatala

No tenemos que dejarnos avasallar por el clima negativo de las escuchas telefónicas, los falsos pedidos de juicio político al jefe de gobierno, o las promesas incumplidas. Por el contrario, tenemos que tener la capacidad para pensar con el fin de iniciar en el 2011 un cambio propositivo que nos arranque de los lamentos y nos coloque en el ánimo de transformar la ciudad.

Hoy me toca estar por mi trabajo en Obras Públicas de la Nación, en Rosario, Mar del Plata, Chubut o Chacabuco, iniciar obras, proyectos que se están terminando o inaugurarlos, y siento concretamente, que hay una realidad en el país de los argentinos, una realidad de hechos que contrasta con lo que ocurre en la ciudad de Buenos Aires.

El cambio, es sencillo, hay que poner a Buenos Aires, en el ritmo del país. No regalemos nuestro tiempo para ser comentaristas de sucesos tristes, debemos asumirnos en protagonistas. Nuestra fuerza interior y nuestro valor ciudadano, una herramienta de tremendo impacto en lo que hacemos en lo cotidiano y en la labor junto a los otros. No se trata de un tema menor porque mi planteo es ir de lo pequeño, ese cambio en la sensibilidad, para ir a lo macro, como gobernar entre todos, sin aislarnos, escuchándonos. Se trata de un capital que debemos cuidar mucho.

Si salimos de la crisis del 2001 fue porque pusimos empeño en la adversidad para buscar el cambio y hacerlo. Hoy la realidad del país es otra, hay trabajo, hay movimiento, la ciudad tiene una actividad industrial y comercial muy importante, una afluencia turística que crece. Debe sumarse a este panorama la cultura, la formación profesional de miles de jóvenes.

Los porteños hoy quieren una ciudad más preocupada por su esencia que por su apariencia. Una ciudad que deje de lado sus disputas políticas y se ocupe de su gente:  la creación de oportunidades iguales para todos, de crecimiento a través de la educación, de resolver el problema de la vivienda para cada porteño, de que no crezcan las villas, sino los barrios. 

Las personas con viviendas precarias y quienes hoy duermen en la calle necesitan que el gobierno porteño resuelva su situación. En forma urgente. Hoy hay 1700 personas que duermen con este frio en la calle. Yo aseguro que siendo la ciudad de la Argentina con la más alta relación de presupuesto per cápita, es totalmente posible construir soluciones habitacionales para reencausar la vida de los más necesitados.Pero el problema de la vivienda no es, en la ciudad, un tema excluyente de los más necesitados. Nuestra clase media hoy no tiene acceso a los créditos y tiene una necesidad desesperada de resolver el tema de la vivienda propia.Es una pena que la gestión actual de la ciudad haya decidido optar por el camino del lamento y del aislamiento, desconociendo los beneficios que le aportaría a todos los ciudadanos articular su administración con el Gobierno Nacional.

A nosotros, nos cabe hacer la ciudad, volverla a su sitio. Yo quiero ser jefe de Gobierno para trabajar en una gestión en la cual, los ciudadanos estén primero!