Tras llegar al límite del cierre, las cooperativas La Patria Grande y 27 de Octubre lograron que Desarrollo Social les encomendara esta partida. “Con esto tenemos dos meses de trabajo, pero hay que estar alerta porque se termina rápido”, afirmaron.

Habían llegado a un límite. Las cerca de 75 personas que trabajan en las tres plantas que las cooperativas textiles La Patria Grande y 27 de Octubre tienen en Mar del Plata y La Plata veían a diario cómo el trabajo se agotaba y no se abrían nuevas contrataciones ni se saldaba la deuda que el Estado mantiene con ellos. Luego de sacar las máquinas a la calle en señal de protesta, lograron que el Ministerio de Desarrollo Social les encomiende la confección de 10 mil guardapolvos, lo que hoy junto a un pequeño pedido de una empresa privada les garantiza solo dos meses de trabajo.

Desde hace una década ininterrumpida ambas cooperativas trabajan con contrataciones de los ministerios de Seguridad y Desarrollo Social. Hasta hace poco, más precisamente hasta el cambio de gobierno, confeccionaban ropa deportiva y de trabajo, guardapolvos y chalecos antibalas para la Policía Federal y Prefectura Naval Argentina.

Pese a la diferencia de precio, la nueva gestión del Gobierno nacional dejó de emitir contrataciones y eligió favorecer al sector privado.

Luego de sacar las máquinas a la calle en señal de protesta para visibilizar sus reclamos, los responsables de las cooperativas gestionaron primero en Mar del Plata una reunión con autoridades regionales de Desarrollo Social y a partir de un encuentro que mantuvieron con la dirigente del PRO Florencia Ranelucci, lograron una reunión con los responsables del área de Comercialización del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Para entonces, ya estaban al límite de sustentabilidad.

El encuentro se concretó una semana después de la medida y se llegó la promesa de trabajo, el alivio, “un respiro”: el Ministerio le encomendó a las cooperativas la confección de 10 mil guardapolvos escolares.

La cantidad parece elevada. Sin embargo, los trabajadores de La Patria Grande y 27 de Octubre están acostumbrados a producir a esa escala mensualmente. Hoy, los 10 mil guardapolvos y un pedido de ropa deportiva que hizo una empresa privada, es lo único que los 75 trabajadores tienen para seguir adelante.

“Con esto tenemos trabajo dos meses. No más que eso. Hay que mantenerse alerta porque esto se termina rápido y no podemos volver a quedarnos al límite”, explicó en diálogo con QUÉ uno de los referentes de las cooperativas, Daniel Barragán.

La promesa de enviarles los cortes de estos guardapolvos que días después se concretó, vino acompañada por un pedido de los trabajadores tendiente a volver garantizar la continuidad de las contrataciones.

“Hay promesa de darle continuidad. Nosotros no creemos hasta que vemos, pero esta vez cumplieron lo que prometieron y ya tienen crédito, por así decirlo”, agregó Barragán.

UNA DEUDA IMPORTANTE

La ropa para las fuerzas de seguridad que el Ministerio de Seguridad, hoy a cargo de Patricia Bullrich, les encargaba a estas cooperativas textiles, dejó de producirse. Claramente no por un problema de costos o de trabajo, sino porque el Ministerio dejó de enviar contrataciones.

Hasta el momento, pese al avance con el Ministerio de Desarrollo Social, la cartera de Seguridad no volvió a encomendar producción y aún peor, sigue sin cancelar la abultada deuda que mantiene con los trabajadores.

“Nos dejan sin trabajo y no nos pagan lo que estamos haciendo”, expresaban semanas atrás los cooperativistas en otra nota con QUÉ.

Al día de hoy, la deuda sigue sin saldarse y por ahora no habría promesa de pago por parte del Ministerio de Seguridad, lo que mantiene en una situación límite a los trabajadores, con solo dos meses de trabajo asegurados como garantía para este año y algunas promesas en el aire.