Según un informe de la firma privada Manpower, de servicios de empleo, en los meses de Enero y Febrero se perdieron 107.000 puestos de trabajo en el sector privado de la Argentina, a lo que se suman los más de 50 mil empleos perdidos en los sectores públicos, tanto Nacional como Provincial y Municipal.

El agravamiento de dicha situación, según la firma, está dado en que relevamientos llevados adelante indican que no se crearán nuevos puestos de trabajo hasta el mes de Junio, en mérito de la desconfianza que genera para el sector productivo e industrial las medidas económicas asumidas por el nuevo gobierno.

Según la firma especializada en recursos humanos, el 78% de las empresas no prevé cambios en su dotación de personal, mientras que el 11% de los empleadores la incrementará y el 5% planea echar trabajadores. El estudio concluye que la expectativa neta de empleo es +6 por ciento.

«La situación sigue muy parecida a la que se veía el año pasado. No hay situaciones que lleven a las empresas a hacer cambios significativos para un lado o para el otro», afirmó al diario La Nación Alfredo Fagalde, presidente de Manpower.

Sin embargo, lo cierto es que el mercado de trabajo empezó a mostrar señales de alarma desde la llegada de Mauricio Macri al Gobierno. Según un informe de la consultora Tendencias Económicas, en el primer trimestre hubo 107.000 despidos repartidos entre la administración pública y las empresas.

El informe de Tendencias Económicas dio cuenta de que en el segundo mes de 2016 «los despidos sumaron 65.799 personas y superaron a los de un año atrás en 72 veces».

Los conflictos gremiales en la Argentina, están sembrando la política económica del país. En ese sentido, dirigentes obreros recuerdan las amenazas del Ministro de Hacienda y Finanzas, Prat Gay quien había señalado que en la discusión paritaria no se pusiera en riesgo el trabajo en mérito del salario.

Lo cierto, es que los despidos tienden a incrementarse por las políticas de liberalización de las importaciones, y se agravan por la concentración de la riqueza en un puñado de veinte empresas producto de la brutal devaluación asumida por el nuevo gobierno.