Macri concurrió a la Legislatura, lo hizo con el acompañamiento de muchas personas ligadas a su gestión  y sobre todo con un discurso reiterativo que no se movió del “es culpa de Kirchner”, “nunca se hizo escuchas telefónicas desde el Gobierno de la Ciudad”, “soy inocente” etc.Esta situación quedó en blanco con un Jefe de Gobierno distendido, casi con humor eludió responder a las preguntas de varios legisladores de distintos Bloques, como por ejemplo quién fue el funcionario de la Embajada de Israel que le recomendó al Fino Palacios.Es que Mauricio Macri habló de que antes de designarlo al Fino Palacios consultó a la CIA, DEA, MOSAD y la Embajada de Israel; entonces tres legisladores de distintos bloques insistieron sobre quién fue el funcionario de la Embajada de Israel que lo recomendó.Macri distendido, nunca dio respuesta a esa pregunta, siempre contestó ambigüedades e inclusive se permitió dar una lección de cultura política: “cuando uno se entrevista con ese nivel de funcionarios uno lo hace con la Institución”.Raúl Fernández, ya sobre el filo de la sesión y cuando quedaba claro que Mauricio Macri no pensaba salirse de su libreto, utilizó sus minutos para hacerle una sola pregunta clara y concreta.La misma la sustentó en la duda que le generaba el hecho de que la Policía Metropolitana era una Policía de Contacto y de Contravenciones, no correspondiéndole los temas de drogas, terrorismo o delitos federales porque se había consultado a organismos internacionales especializados en esos temas.“Igual sólo quiero preguntarle al Sr. Jefe de Gobierno con quién se reunió en la Embajada de Israel, con el Embajador, con el agregado Militar, con el encargado de Seguridad, con el portero” señaló Fernández,Macri eludió la pregunta, otra vez no respondió y cuando Fernández utilizando el minuto que le quedaba le leyó los nombres de los Embajadores que se encontraban al frente de esa Embajada, el Jefe de Gobierno opto por volver a repetir sus galimatías de “yo no fui”, “es una maniobra del Gobierno Nacional”.Resumiendo, un dialogo de sordos. Uno hablaba de zapallos y el otro de batatas.