Opinión

Economía, Libertad y Vida

Por eso creo necesario elevar la voz ante los imprudentes, los negadores y los peligrosos que ponen en riesgo nuestra salud individual y el de la sociedad toda.

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Por Hugo Osvaldo García

Desde el comienzo, por cierto de fecha incierta, de la pandemia coronavírica mundial tuvo entre sus múltiples particularidades que este “nuevo virus” conocido como SARS-CoV-2 tenía como solución única la elaboración de una o más vacunas que consiguieran la extinción del mismo para volver a las consabidas rutinas sin la presencia del flagelo que hoy azota a todos nosotros.
-Que toda otra medida, cualquiera fuese ésta, tendría únicamente valor de carácter preventivo con el objeto de ralentizar la diseminación del mismo.
-Que el aislamiento no curaba ni inmunizaba pero que no solo era necesario sino imprescindible para evitar colapsar el sistema de salud, sin duda precario para afrontar una mal de esta magnitud. .
Si bien ya existen varios procesos para la obtención de las vacunas, incluido nuestro país, hoy ese instrumento, lamentablemente, no existe. NO EXISTE.
Mientras algunos debaten, como si se tratara de una competencia deportiva, cuál de las vacunas “ganará” la carrera , algunos- socialmente resentidos-, siguen en una tarea de autodestrucción y muerte.
Los datos diarios de contagiados, pacientes graves, muertos y ocupación de camas se ha convertido en un juego donde los “jugadores” son personas dañadas en diferentes grados.
Datos que incluyen al personal de salud : enfermeras/os, bioquímicas/os,kinesiólogas/os,odontólogas/os, médicas/os estresados , extenuados y en muchos casos contagiados cuando no integrando el doloroso listado de casos letales.

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Por eso creo necesario elevar la voz ante los imprudentes, los negadores y los peligrosos que ponen en riesgo nuestra salud individual y el de la sociedad toda.
En apretada síntesis definiremos que es una pandemia, sus condiciones para que sea considerada como tal, que interpretación tiene la cuarentena y nuestro pensamiento sobre la Libertad y la Economía.
Y hacemos nuestras consideraciones sobre la Libertad y la Economía porque aparecen como los caballitos de batalla de aquellos que apremian por aperturas cuasi suicidas , la circulación sin restricciones y demás argumentos falaces para hacer de este tema un trofeo mezquino e insolidario como estamos observando .
PANDEMIA
Expresión que significa “‘reunión de todo un pueblo” y es la afectación de una enfermedad infecciosa de los humanos a lo largo de un área geográficamente extensa.
Condiciones para una posible pandemia vírica

La OMS indica lo siguiente :

• Que aparezca un virus nuevo, que no haya circulado previamente y por lo tanto, no exista población inmune a él.

• Que el virus sea capaz de producir casos graves de enfermedad o la muerte.

• Que el virus tenga la capacidad de transmitirse de persona a persona de forma eficaz.

Las tres condiciones se cumplen en el caso del Covid-19
CUARENTENA
En medicina, es un término para describir el aislamiento de personas o animales durante un período de tiempo no específico como método para evitar o limitar el riesgo de que se extienda una enfermedad o una plaga

La cuarentena por lo general, se aplica a personas que son mayores de edad o que tienen síntomas, y consiste no solamente el aislamiento de los enfermos en centros específicos, sino también la aplicación de medidas de prevención como el saneamiento de lugares y objetos o el tratamiento adecuado de los cadáveres.
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LA LIBERTAD

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La libertad se consolida en las sociedades que poseen una ética y se esfuma – en forma total u ocasional-, donde esa ética está ausente.

La libertad que anhelamos se asegura a fuerza del trabajo cotidiano, dando al hombre-sujeto primero la libertad económica y no en forma unilateral ( esa que día a día pretenden vendernos) donde los ricos y poderosos exhiben una libertad para hacer lo que les plazca, sin importar normas y leyes, y los pobres tienen una libertad acotada, una sola, la de penurias y hambrunas que soportan.

La vida en comunidad es aquella que exige que la libertad y la responsabilidad sean causa y efecto fundadas en la dignidad de la persona humana donde nosotros , cada uno, tenga que ofrecer algo al bien común y no ser sujetos pasivos silenciosos ni temerosos

La libertad individual no puede ser un derecho ilimitado porque no se puede utilizar arteramente como elemento de lucha contra la esencia misma de la libertad de los otros individuos que pertenecen a la misma comunidad

La libertad individual es base de la soberanía; pero ha de cuidarse de que el abuso de la libertad individual no lesione la libertad de otros y que la soberanía no se limite a lo político sino que se extienda a lo económico, o más claramente dicho, que para ser libres y soberanos no debemos respetar la libertad de quienes la usan para hacernos esclavos o siervos.

La historia de la Humanidad transita, con dolor, cuanto ha sufrido la libertad en el mundo afectando a hombres y pueblos.

La Revolución Francesa tuvo como lema para la Historia “ Libertad, Igualdad y Fraternidad “ y hoy proponemos que sea cambiada por “Libertad, Justicia y Solidaridad “, de tal forma de ubicar el concepto de libertad por sobre las premisas del egoísmo y el individualismo.

Así, conjugada socialmente, puede ser efectiva. De la otra manera es una triquiñuela, un engaño, y las sociedades víctimas de estos engaños suelen reaccionar, más temprano o más tarde, en forma violenta
La libertad necesariamente debe arrancar cuando se haya construido la seguridad social, la familia y la defensa de nuestra geografía.

Una libertad donde no exista seguridad de vida, de trabajo, de educación y vivienda digna es, a no dudarlo, una falsa libertad.

Solo los que manejan oscuras intenciones pueden hablar de libertad sin contenido social. Poseer la libertad de morirse de hambre es un sofisma claramente engañoso.

Solo en la efectiva realización de destinos individuales y colectivos con bienestar material, justicia y cultura de la fe y el trabajo se alcanza el objetivo libertad.

Una sociedad existe y desarrolla cuando la libertad de cada uno exista junto a la libertad de todos

En nombre de una falsa libertad no pueden anularse vidas, contagiar enfermedades y suprimir vocaciones o espíritus.

Nuestra patria Argentina no puede abandonar su búsqueda de felicidad y grandeza para que cierta libertad liberticida sobreviva
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LA ECONOMÍA
La economía debe emanar desde la comprensión histórico-político de nuestro país que se nutre de una vertiente mayoritaria de carácter nacional, social y esencialmente cristiana que debe servir a la sociedad en su conjunto y al hombre, no limitado como sujeto natural circunscripto a las necesidades de subsistencia, sino como persona moral, intelectual y espiritual.

En rigor nuestra concepción tampoco supone que la búsqueda del beneficio personal invariablemente redunda en el bien de toda la sociedad

Por el contrario, la actividad económica debe dirigirse a fines sociales y no individualistas, respondiendo a los requerimientos del hombre integrado en una comunidad y no a las apetencias personales. Esta interpretación amplia y solidaria de la actividad económica, lleva implícita una definición clara del concepto de beneficio, ubicándolo no ya como un fin en sí mismo, lo que daría como resultado una utilización de los recursos en función de un individuo egoísta, sino como la justa remuneración del factor empresarial por la función social que cumple.

La centralidad de nuestra posición consiste en anhelar una sociedad eminentemente creativa y justa, en la cual la conducción económica pertenece al país como comunidad armónica y donde los logros económicos no atenten contra la libertad y la dignidad del hombre.

La única posibilidad de que lo anteriormente expuesto no quede en meras expresiones de deseo, reside en que todos los argentinos participen de una profunda revolución ética y en paz, que en verdad implica una auténtica toma de conciencia cristiana.

Las soluciones de los diversos problemas de orden económico a nivel nacional, no podrán ser logrados plenamente, si buscan su concreción exclusivamente dentro del país, como si ésta fuera un compartimento estanco.

Se deben definir las políticas en las distintas actividades y comprometer a todos los sectores sociales. Cada uno en su función deberá realizar una tarea solidaria para aprovechar al máximo la capacidad creativa del país y sus habitantes.

Los compromisos que se contraigan serán concretos, efectivos y estables, independientemente de quien ejerza el liderazgo o el gobierno. La continuidad jurídica de los actos de gobierno y honrar el cumplimiento de sus obligaciones deben ser políticas económicas de Estado.

La elevación permanente y sostenida del nivel de ingresos y su distribución con criterio de justicia social es, y así debiera reconocerse unánimemente, la finalidad de todo proceso de desarrollo.

Es inaceptable que este desarrollo se materialice a expensas de los más necesitados. El costo debe ser repartido proporcionalmente, de acuerdo con las posibilidades de cada uno.

Mientras exista una sola familia cuyo ingreso esté solo en mero nivel de subsistencia o, peor aún, por debajo de este, no habremos logrado en modo alguno un nivel económico con justicia social.

Claramente estamos en deuda

En relación a la tenencia de la tierra, que ha dado lugar a las más disparatadas propuestas desde no hacer nada, sanciones pecuniarias desmesuradas hasta la expropiación de la misma entendemos que su propiedad implica la responsabilidad de no atentar contra la finalidad social que debe satisfacer la explotación agraria.
Dicha finalidad social solo se cubrirá cuando la tierra sea explotada en su totalidad y en relación con su aptitud real y potencial, tomando el lucro como un estímulo y no como fin en sí mismo.

La tierra no es básicamente un bien de renta sino un bien de trabajo. Y el trabajo hace a la dignidad del hombre.

Téngase presente- siempre-,que aquella nación que pierde el control de su economía, pierde su soberanía.
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El desendeudarse es un acto necesario y de recuperación de autonomía nacional.
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La riqueza de un país no está en que media docena de hombres acaparen dinero, sino que la regulación de la riqueza llegue a formar patrimonios particulares y un patrimonio estatal que haga la felicidad del mayor número de hombres y suprima la desgracia de que en un país, donde hay verdaderos potentados, haya quienes no pueden disfrutar de las necesidades mínimas de la vida, no satisfacer ese mínimo de felicidad a que todos tiene derecho es una situación injusta y de reparación necesaria.

El concepto moderno de una nación demográfica en marcha impone en primer término, la distribución equitativa de la riqueza que su suelo produce.

Debe proclamarse con los atributos jurídicos pertinentes el principio de libertad económica, pero si esa libertad como todas las libertades, llega a generar el más feroz egoísmo si en su ejercicio no se articula la libertad de cada uno con la libertad de los demás.

El principio de libertad económica ha de ser el antídoto que se oponga al desarrollo de las ilusiones colectivistas expropiatorias, por un lado y el estímulo a la iniciativa privada con esclavitud y sin planificación, por otro.

Los pueblos, las sociedades, pueden librar su riqueza; el patrimonio privado agrandarse con el trabajo y la protección del Estado; pero es necesario comprender también que ha llegado la hora de humanizar el capital.
Pensamos que el capital se humaniza de una sola manera: haciendo que se transforme en un factor de colaboración para la felicidad de los semejantes;

Aspiramos a que en nuestra tierra no tenga razón de ser aquella sentencia evangélica «es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos».

Y que los capitales, en lugar de ser elementos de tortura que conspiran contra la felicidad de los pueblos sea factor que coadyuven al bienestar de los que, necesitándolo todo, nada tienen.
Queremos, deseamos y pretendemos que el capital y el trabajo- juntos-, se estrechen en un abrazo y labren la grandeza de la Patria, mientras el Estado vela por el bien de unos y otros, asegurando la justicia para el rico y para el pobre

El capital debe ser creador, como que es el producto honrado del propio trabajo.
El trabajo es una mercancía, la pobreza, en cualquier lugar, constituye un peligro para la prosperidad general.
Cuando todo eso sea bien comprendido, cuando ambos factores, capital y trabajo, bajo la tutela del Estado, actúen y desarrollen armoniosamente, los símbolos de la paz social presidirán el progreso de la nación
Debemos persuadir a cada uno de los argentinos de que no se puede vivir con felicidad hasta que el país no haya realizado integralmente su independencia económica

La argentinización de nuestra economía constituye un fin en sí misma, para cuya fin resulta imperativo buscar con realismo soluciones flexibles y descartar excluyentes dogmáticos
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“Hay hombres que de su ciencia
Tienen la cabeza llena;
Hay sabios de todas menas,
Mas digo sin ser muy ducho
Es mejor que aprender mucho
El aprender cosas buenas”

“Y así como tal les digo
Que vivan con precaución
Que nadie sabe en qué rincón
Se esconde el que es su enemigo”

José Herández “EL GAUCHO MARTÍN FIERRO”
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En las vacunas en desarrollo y en las distintas fases que ocupa una investigación seria y responsable, aún no se sabe si la vacuna otorga protección, si genera inmunidad –
La Dra. Silvia Gold tras referirse a su trabajo desde hace 25 años con las llamadas “enfermedades desatendidas”, como “una labor que busca atender las enfermedades de la injusticia, de la pobreza, para las que medicina tiene solución y tratamiento y sin embargo mucha gente no accede”, concluyó que “los rasgos salientes de esta pandemia van a abarcar a todas las disciplinas; la de salud la primera, la económica, pero la educación también y sobre todo va a tener implicancia en la psicología, en la sociología”. Creo que va a impactar en todas las disciplinas; va a haber que redefinir muchas cosas y que no tenemos que aferrarnos a volver a lo anterior porque el mundo cambió: creo que va a ser un antes y un después que va a marcar un cambio de era”.

Mientras tanto la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva sacó una muy dura carta en la que reclamó, desesperadamente, por la situación:
«Estamos perdiendo la batalla».
El texto es una carta abierta a la población. En el comunicado sostuvieron que «la mayoría de las Unidades de Terapia Intensiva del país se encuentran en un altísimo nivel de ocupación. Los recursos físicos y tecnológicos como las camas y respiradores son cada vez más escasos».
«Sentimos que no podemos más, que nos vamos quedando solos. Que nos están dejando solos. Encerrados en las Unidades de Terapia Intensiva con nuestros equipos de protección y nuestros pacientes. Solo alentándonos entre nosotros». Y allí, en el mismo párrafo, indicaron: «Observamos en la calle y vemos cada vez más gente que quiere disfrutar, que reclama sus derechos. Es la gente que se siente bien. Por ahora. ¿Qué pasará con ellos y sus familiares mañana?
¡Ojalá que no se transformen en uno de nuestros pacientes, que con todas las fuerzas trataremos de arrebatarlo de la muerte!».
En el mismo comunicado, insistieron: «Solo le pedimos a la sociedad que reflexione. Que cumpla con tres simples pero importantes medidas, recomendadas científicamente: distanciamiento, uso de tapabocas, lavado frecuente de manos no aglomerarse; no hacer fiestas». También indicaron: «El sistema de salud está al borde del colapso. El virus nos está ganando. Por eso, por favor, les suplicamos no salir si no es necesario».
Ademas, aseguraron: «Los intensivistas hoy nos encontramos al límites de nuestras fuerzas, rodeados por la enfermedad, exhaustos de trabajo continuo». En el mismo texto, sostuvieron que tuvieron que «lamentar bajas, personal infectado y lamentablemente, fallecidos, colegas y amigos caídos que nos duelen. Que nos desgarraron tan profundamente».
Huelgan los comentarios.
Hoy somos militantes fanáticos de luchar por la Vida.