Opinión

Editorial

La necesidad de una victoria

Editorial radial de Fernando Gomez, Director del colectivo de medios Oveja Negra.

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por Fernando Gomez*

El año arrancó evidenciando el nuevo ritmo de las políticas de ajuste y saqueo sobre el bolsillo de los trabajadores, un verano que no le impidió a la dirigencia de Cambiemos disfrutar de sus prolongadas y habituales vacaciones, y le significó a las mayorías populares, un disgusto cotidiano.

Así andamos, sin respiro ni tregua. A la merced de los grupos económicos que asaltaron con sus gerentes el gobierno que preside circunstancialmente Mauricio Macri. Un gobierno que ha recibido la orden directa de acelerar los tiempos de la transferencia de recursos desde los sectores más humildes y los trabajadores, hacia las finanzas de un puñado de grandes corporaciones empresarias. Estas primeras semanas del 2017, operan como botón de muestra de esta nueva etapa, más veloz, más brutal y muchísimo más cínica.

González Fraga inauguró su gestión en el Banco Nación, cristalizando que es filosofía de este gobierno utilizar al Estado como gendarme de los intereses de los más poderosos. Aquella decisión de suspender el pago de un acuerdo paritario, para garantizar las metas inflacionarias acordadas con el FMI, marca el ritmo de los desafíos del movimiento obrero en esta etapa. Un Ministerio de Trabajo que opera como escribanía ad honorem de los empresarios, convalidó que los sectores financieros, aquellos que más ganaron con la devaluación y el endeudamiento durante el 2016, no les paguen a sus trabajadores el acuerdo salarial que habían conquistado.

Sin embargo, la lucha de los bancarios logró incluso, romper el techo salarial pretendido por el gobierno. El camino entonces, lo marcan la coherencia y la lucha. Ahí están también los docentes,  batallando contra la infamia de la oferta salarial que pretende María Eugenia Vidal, invisbilizados y amenazados, pero dando pelea para defender las conquistas de la paritaria nacional que Mauricio Macri decidió desconocer.

Ahí están los gráficos de Clarín, ocultados detrás de un blindaje mediático fabuloso, impidiendo el lock out patronal de una empresa que multiplicó sideralmente su facturación en apenas un año.

Sin embargo, la acumulación de conflictos sectoriales, no resuelven los dilemas de ésta etapa. Se acortan los tiempos para exigirle a una dirigencia desorientada una respuesta a la altura de la responsabilidad frente a ésta coyuntura que permita transformar en agenda y voluntad política el enorme abanico de conflictos sociales que deja como tendal la política de ajuste y saqueo llevada adelante por el Gobierno de la restauración neoliberal.

Necesitamos un movimiento obrero que deje el letargo, en el mejor de los caso, y la complicidad, en el peor, frente a una política que avanza veloz y decididamente hacia el objetivo de seguir inflando el número de desocupados, destrozar los salarios y precarizar las condiciones de trabajo hasta hacerlas retroceder a limites inéditos desde el peronismo a nuestros días.

Precisamos un peronismo que construya su unidad en base a la formulación de una agenda opositora al avance del ajuste. Que postergue unos meses apenas las operaciones políticas que sólo sirven para autocomplacencia en mediocres portales de noticias o para alimento de la gendarmería mediática privada con la que comunican los enemigos del Pueblo.

Necesitamos una Cristina candidata en la provincia de Buenos Aires, que traduzca en votos el liderazgo popular y el poder político acumulado durante doce años de proyecto nacional. Que ordene en la disputa de poder, el sentido de la conducción política de un movimiento nacional que lejos de aglutinarse, en las postales del ahora, profundiza su atomización.

Nos exigimos redoblar los esfuerzos militantes. Para construir mayores niveles de organización popular en cada barrio, en cada escuela, en cada universidad, que nos permitan resistir junto a nuestro Pueblo en la calle, ahí donde nos empuja la miseria planificada por este gobierno.

Nos exige la etapa dejar de mirarnos el ombligo y andar señalando con el dedo, porque para proclamar la unidad, hay que empezar por casa. Nos debemos exigir recuperar la reflexión colectiva, para que la audacia y picardía del enemigo, los errores de los propios, el vértigo de las redes sociales y la patología de creerse dueño de la verdad, no nos empujen a suicidar la unidad en el altar de la soberbia.

Necesitamos de una victoria. Al menos de un retroceso del gobierno que no se excuse en el error que camufla calamidades. Necesitamos vencer, para mantener viva la llama de la esperanza de los que tienen sus sueños rotos.

*Fernando Gomez es Director del Colectivo de Medios Oveja Negra y Secretario Político de Descamisados.

Fuente: Oveja Negra