Desde el fatídico día en que, en medio del primer pico de contagios de la pandemia de Covid-19, el Jefe de Gobierno Porteño, Horacio Rodriguez Larreta, anunció su intención de reabrir las escuelas para clases y actividades presenciales, la tensión entre las comunidades educativas y la gestión de Juntos por el Cambio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, solo ha ido en aumento. Finalmente, luego de idas y venidas judiciales y mediáticas, ayer comenzaron los testeos de Covid-19 para las y los trabajadores de la educación.
El miércoles 17 de febrero es la fecha estipulada por el Ministerio de Educación porteño para el inicio de clases presenciales en la Ciudad. Mientras todo el resto del país apuesta por una vuelta a clases con sistemas combinados de presencialidad y educación a distancia, inicios escalonados, división de horarios y alumnos y campañas de vacunación a docentes; la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, una vez más decide diferenciarse de lo que pareciera ser el sentido común y poner en riesgo a las y los ciudadanos de su jurisdicción. Diputados, gremios, centros de estudiantes, cooperadoras y familias organizadas reclaman que las comunidades educativas sean oídas y tomadas en cuenta para la elaboración de protocolos acordes a la realidad que se vive en las escuelas.
No obstante, el Gobierno porteño comenzó ayer a poner en marcha su plan de reactivación presencial de los establecimientos educativos sin el consentimiento de los gremios ni las familias. El protocolo presentado por el Ministerio de Educación local para el funcionamiento del sistema educativo en los próximos meses, que fue difundido el viernes a última hora, no dando tiempo a los gremios a poder reunirse y dar una respuesta rápida; contempla que las y los trabajadores de la educación, tanto docentes como no docentes, deban realizarse un testeo de Covid-19 antes del comienzo de las clases, apenas a 9 días de abrir las puertas de las aulas a un destino aún incierto, los testeos comenzaron con un sistema de turnos ayer por la mañana.
Los testeos se realizan en tres centros designados para ese fin; en la Comuna 14, en el barrio de Palermo, el predio de La Rural, fue el elegido para funcionar de 8 a 20 horas de lunes a domingos, aquí se podrá hacer el test tanto en forma peatonal con entrada por Avenida Santa Fe 4201, como vehicular, con acceso por Avenida Sarmiento 2704. El segundo punto se encuentra ubicado en la Comuna 4, dirección Agustín Caffarena 1, La Boca, dentro de las inmediaciones de la Usina del Arte; los testeos podrán realizarse de lunes a viernes de 9 a 15 horas. También habrá un espacio en la Sede Comunal 7, ubicado en Av. Rivadavia 7202, Flores, donde el testeo es peatonal y funciona de 9 a 15 de lunes a viernes. Para realizarse el test las y los trabajadores deberán sacar previamente un turno en la página web del Ministerio de Educación porteño, y presentar, el día correspondiente, «una copia en papel o digital del recibo de sueldo o un documento que acredite que trabajan en una escuela de la Ciudad», se detalla en la página oficial del Gobierno porteño.
Sin embargo, los testeos son la única medida de cuidado para con las y los trabajadores de la Salud, ya que el Gobierno Porteño no los incluyó en ninguna campaña de vacunación y el protocolo las y los obliga a exponerse en varios cursos y escuelas sin ninguna medida de prevención contra el virus. Por esto último y por la incompatibilidad de la propuesta con la realidad edilicia y de recursos de las escuelas públicas de la Ciudad es que los gremios siguen manteniendo su posición de rechazo a la propuesta inconsulta, que más bien parece una imposición, del Gobierno de la Ciudad. Durante la jornada de ayer fueron variadas las reuniones y asambleas docentes para definir los pasos a seguir en la lucha por defender sus derechos laborales, el derecho a la educación de las y los estudiantes y el derecho a la salud de todos y todas ellas y sus familias.
Se espera que en el corto plazo el Gobierno Nacional a través del Ministerio de Educación y de Salud, haga un llamado de atención a sus pares de la Ciudad para que replanteen los protocolos que dejan librado a la duda y al virus a todas las y los estudiantes y trabajadores de la educación; o sorpresivamente y contra todo pronóstico histórico, el Gobierno Porteño escuche a último momento a los gremios y centros de estudiantes y genere un espacio de diálogo y construcción conjunta del ciclo lectivo 2021 con sus particularidades pandémicas.