Ayer se realizó un encuentro de las centrales obreras en la ciudad de Buenos Aires donde se resolvió adelantar la marcha al miércoles 21 de febrero. En un principio las centrales obreras habían anunciado que sería el 22 de febrero, pero el gremio de ferroviarios representado por Rubén “Pollo” Sobrero y los familiares de las víctimas de la tragedia de Once cuestionaron que la medida coincida con el aniversario del fatídico accidente.

La medida de fuerza fue convocada por el gremio de Camioneros y rápidamente anunciaron su adhesión la CTA de los trabajadores y la CTA Autónoma, la Corriente Federal, la CTEP, y también la mayoría de los sindicatos de la CGT.

Tras la reunión de ayer, Pablo Moyano, dirigente de Camioneros y secretario gremial de la CGT, expresó: “En principio era un reclamo de camioneros por el ataque al convenio colectivo de trabajo, por la negativa de los empresarios de pagar el bono de 10 mil pesos como lo venimos cobrando desde hace más de diez años, pero ha sobrepasado los reclamos”.

Consultado por la decisión del sector que lidera Héctor Daer de no apoyar la movilización, Moyano dijo que Daer “siempre ha sido parte de un sector que ha acompañando las políticas del gobierno”. “Ellos habían apoyado la reforma laboral, y este conjunto de dirigentes gremiales con la movilización del 29 de noviembre la hemos parado“, manifestó.

Por su parte, Hugo Yasky, secretario general de la CTA de los Trabajadores y diputado nacional por Unidad Ciudadana, manifestó que “va ser una marcha extraordinaria y multitudinaria, en la que vamos todos los sectores a plantear la necesidad de la unidad y la continuidad de la lucha”.

El dirigente enumeró una serie de reclamos que realizarán al gobierno nacional, entre ellos, que “respete la paritaria libre en un país con tarifazos e inflación, que respete conquistas sociales, que respete a los jubilados”. “Va a ser la expresión de un descontento que crece todos los días“, anunció.

Fuente: farco