Opinión

Oposición militante

Un artículo de Jorge Rachid sobre el rol de la oposición en la democracia. Caracteriza el espectro opositor actual y describe la situación política del sector que se enfrenta al Gobierno Nacional.

                                                       “Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros”. Groucho Marx Desde el censo nacional al tema Malvinas, pasando por el Fondo Monetario Internacional pidiendo sanciones para la Argentina, comu-nicando a las embajadas acreditadas que en nuestro país existe in-seguridad jurídica, pidiendo que se disuelva en G-20 así nos quedamos sin participación internacional de primer nivel, ignorando la presidencia del G-77 para la Argentina, agitando el miedo, pronosticando caos económico hacia fin de año como lo vienen repitiendo hace 7 años, intentando cerrar el pasado y acabar con los juicios de verdad, memoria y justicia, creando condiciones para vetos impopulares prometiendo montos jubilatorios que esos mismos personajes congelaron y recortaron y así podríamos seguir la lista con leyes votadas por el Parlamento por amplia mayoría impugnadas en la Justicia como la ley de medios, pero sería un abuso de mi parte realizar un listado de la catarata de improperios, mentiras, difamaciones y agravios descargados sobre el Gobierno Nacional por los medios de comunicación masivos, que además denuncian persecución, coacción y recortes a la libertad de prensa. Todo un galimatías. (Un galimatías es un término usado para describir un lenguaje complicado y casi sin sentido, embrollado, lenguaje oscuro por la impropiedad de la frase o por la confusión de las ideas). Se puede ser opositor, si de eso se trata la democracia. Se puede ser desde el campo nacional y popular porque se tiene diferencias metodológicas o conceptuales con la marcha del gobierno. Se puede ser opositor desde concepciones liberales, conservadoras, marxistas, socialdemócratas o cristianas. Pero ninguna de estas posiciones debería atentar contra los intereses del país y de nuestro pueblo. Sin embargo cuando se ataca en medio de la confrontación con Inglaterra a nuestro gobierno, se están favoreciendo los planes imperiales y colonialistas y debilitando la posición argentina en los foros internacionales. ¿Es ese el objetivo? Si es así que lo expliciten.Ahora desde la oposición de quienes fueron siempre parte del campo nacional sumarse al coro empresarial, denostando la participación en las ganancias de los trabajadores estipulada en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional, es casi un suicidio histórico de su militancia y supuesto compromiso con los humildes, los trabajadores y desposeídos, razón de ser del movimiento nacional. Lo mismo a quienes critican el UNASUR como marco natural de la inserción argentina en el mundo, desde nuestro espacio latinoamericano y con el objetivo de la Patria Grande. ¿Cómo harán para explicar a futuro una actitud sumisa como por ejemplo con el enterrado ALCA, verdadero instrumento de dominación imperial, del cual nadie se acuerda, pero que generó enfrentarla, en su momento una ráfaga violenta de críticas opositoras?El Movimiento Nacional fortalecido por el peronismo desde mediados del siglo pasado,  sigue siendo la herramienta necesaria de la construcción del pensamiento y por ende del accionar político desde el cual nos posicionamos para mirar y analizar el mundo y nuestro país. No es cualquier mirada, ni el todo vale en función de procesos electorales, marcados por la agenda partidocrática y manejada por la masa-media comunicacional, de acuerdo a sus intereses y como verdadero eje de acumulación política. De ahí el vedetismo político constante en las pantallas y los medios gráficos, siempre haciendo hincapié en el individualismo, personificando las posiciones políticas antes que fundamentarlas conceptualmente, colocando al candidato a modelar por sobre los problemas reales, intentando forzar la agenda nacional, instalando temas que sólo interesan a sus propios manejos de poder.¿Quién recuerda ahora la novela tejida alrededor del Banco Central y su necesaria –para la concepción monetarista independencia, episodio jalonado durante meses, pero sin discutir la cuestión de fondo, que es un banco al servicio del pueblo? Sin embargo las discusiones vertebrales a la construcción estructural de la Argentina de los próximos años desaparecen de los medios y los discursos opositores, que rápidamente buscan nuevos ejes sobre los cuales soliviantar el margen de maniobra del Gobierno nacional. Así es lo mismo un análisis de ADN en un proceso judicial sobre identidad, que el enorme despliegue armado para defender la democracia en Honduras. Siempre son torpezas políticas las realizadas desde el gobierno, aunque la historia demuestre la falsedad de dichas afirmaciones.¿Justifica una candidatura a futuro, hipotecar una historia? Lamentable situación de compañeros que imbuidos por la cultura dominante de los 34 últimos años, son capaces de cruzar el Rubicón. El río tenía especial importancia en el derecho romano porque a ningún general le estaba permitido cruzarlo con su ejército en armas. A partir de 59 a. C., sirvió de frontera entre las provincias romanas y la Galia Cisalpina, para que así Roma quedara protegida de amenazas militares internas.La noche del 11 al 12 de enero de 49 a. C. Julio César se detuvo un instante ante el Rubicón atormentado por las dudas: cruzarlo significaba cometer una ilegalidad, convertirse en enemigo de la República e iniciar la guerra civil. El hecho histórico alimenta la imaginación de los futuros escenarios en nuestro país. Los medios de comunicación intentando impedir la puesta en marcha de la Ley de Medios que enterró la ley de la dictadura militar, aquella que impedía escuchar a nuestros máximos exponente de la música nacional, pero no impedía a los propietarios de los medios de quedarse con los negocios del país, amparados en el silencio de los cementerios nocturnos, clandestinos y de cárceles llenas de militantes nacionales. Quien quiera cruzar el Rubicón está en su derecho, pero también que sepa que está debilitando al movimiento nacional, el actual o al futuro, porque es la Patria la que tiene destino en éste proceso de reconstrucción de la presencia del Estado como ordenador social, en un combate pleno contra el Mercado como signo excluyente de la democracia limitada. Esa lucha por reconstruir lo “desconstruído” durante décadas sólo se fortalece en la direccionalidad de un destino común como Nación. La fragmentación, la lucha sectaria en el campo nacional y popular son la antítesis de la respuesta que se debe dar en el marco de la Comunidad Organizada, al conjunto del pueblo. Aún quienes están enfrentados con el gobierno deberían entender las cuestiones estratégicas del país para fortalecer en la divergencia, si se quiere, desde otra mirada, con otro concepto, pero apuntalando el proceso de construcción de un nuevo paradigma, más humano, más solidario, más soberano, más justo.Nadie quiere volver a ser auditado por los garantes del imperio tipo FMI y BM, todos queremos ampliar los derechos, siempre el peronismo fue el que forzó los límites de la censura social, incorporando nuevas leyes, promoviendo nuevos espacios. Hoy los movimientos sociales surgidos al calor de las crisis, son nuevos actores políticos, como en su momento fueron los trabajadores, antes los inmigrantes, luego las mujeres. Desconocer esto es no incorporar la realidad al análisis y mirar por el ojo de la cerradura. Hoy Latinoamérica es una realidad impensable hace pocos años, por eso los llamados “golpes blancos” se suceden y en algunos casos tienen éxito como en Honduras. De la firmeza del UNASUR y sus gobiernos se impidieron los de Ecuador y Bolivia, propiciados por los virreyes de adentro y el imperio de afuera. De ahí el reclamo necesario a las fuerzas nacionales y populares. No confundir elecciones con conspiraciones es un ejercicio permanente, para no quedar atrapado por la lógica golpista.Los tiempos políticos los determina el pueblo, el verdadero y único escritor de la historia. Estar al servicio de los dilemas que enfrentamos para construir un modelo social y productivo solidario, lleva necesariamente a la lucha de intereses, que no nos puede confundir. Los consensos buscados por algunos personeros, son claudicaciones históricas en el compromiso con el pueblo, donde siguen acumulando poder quienes lo usufructuaron por décadas. Los fuegos artificiales duran lo que duran en el firmamento, menos que una estrella fugaz, pero los utilizan para que no sepamos que los caminos del futuro están abiertos, sin atavismos ni condiciones, más allá de nuestras propias limitaciones como militantes del campo nacional.