Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, habló con el Informativo FARCO sobre el repudio de este fin de semana a la prisión domiciliaria otorgada al genocida Miguel Etchecolatz y al apropiador y entregador de bebés, Norberto Bianco. También habló sobre el 2×1 a represores que la Corte aún no efectivizó, de la Justicia como poder independiente y del gobierno nacional.
“Esto no sólo es una ofensa a quienes somos familiares de las víctimas del terrorismo de Estado, de la dictadura cívico-militar, sino también al pueblo que no quiere convivir con semejantes personajes. Lo bueno de esta unidad de los vecinos de este delincuente, que no lo quieren tener como tal, junto a organizaciones de derechos humanos de Mar del Plata y de Buenos Aires, han manifestado su voluntad que este hombre vuelva a la cárcel común. La única casa que tiene que tener es la cárcel”, señaló Estela de Carlotto.
Además, la referente dijo que no cree que Etchecolatz cumpla con la prisión domiciliaria: “Va a conspirar seguramente, va a desafiar la ley, porque no va a permanecer adentro de la casa”, y afirmó que “tener una edad de ancianos no los hacen buenos, son ancianos peligrosos”.
También apuntó que “están cumpliendo penas por crímenes de lesa humanidad, es un crimen especial, que afecta a la humanidad porque ha sido la desaparición de 30 mil personas, centenares de bebés nacidos en cautiverio la mayoría, de robo de bienes y campos de concentración. Esto afecta a la humanidad y no pueden tener ningún beneficio que puede tener un preso común. El gobierno, el Estado y las autoridades tienen que recapacitar para no enervar y profundizar ese dolor que llevamos hace 40 años los familiares y las víctimas”.
“Este hombre (Etchecolatz) es el responsable de la desaparición de Julio López pero también en estos tiempos, con una ministra de seguridad incompetente, y creo que mal intensionada, estas fuerzas armadas están tomando un poder absoluto”, declaró de Carlotto.
“Tenemos un gobierno que vive mintiendo, es triste, pero es cierto”, agregó.
