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Turquía centra en el Estado Islámico la investigación de los atentados terroristas de Ankara

Las investigaciones por la autoría de la masacre que según el gobierno turco cobraron al menos 97 vidas en Ankara anteayer se centran en la milicia terrorista Estado Islámico, informó el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu.

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Según el partido opositor prokurdo de izquierda HDP (principal víctima de las explosiones), los muertos suman 128.El EI «se está investigando en primer lugar», afirmó Davutoglu en una entrevista con la televisión turca NTV, y agregó que se trataba de un intento de influir sobre el resultado de las elecciones parlamentarias que se celebrarán el próximo 1 de noviembre.

El ataque fue el más sangriento de la historia reciente del paí¬s.Las dos explosiones encadenadas de autos bomba provocaron una masacre en una masiva marcha a favor de la paz y en contra de la decisión del presidente Recep Tayyip Erdogan de reactivar el conflicto armado con la guerrilla kurda del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

«Fue, definitivamente, un atentado suicida, y estamos practicando pruebas de ADN. Ya sabemos cómo llegaron los atacantes suicidas al lugar de los hechos», agregó Davutoglu.

Indicó, además, que «estamos cerca de un nombre, que apunta a un grupo», reseñó en su portal el diario Daily Hurriyet.

También se está investigando una eventual implicación del ilegalizado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y el grupo terrorista de Extrema izquierda NDKP-C, señaló la agencia DPA.

El HDP, uno de los convocantes de la manifestación, rechazó que el PKK pueda haber bombardeado una marcha pacifista prokurda en Ankara. El HDP y los manifestantes antigubernamentales apuntaron a una posible responsabilidad de las autoridades, acusándolas de no proteger la manifestación.

Davutoglu aprovechó su discurso, además, para atacar al gobierno de Siria. A su juicio, agregó, el ataque de Ankara no convertiría al país en una Siria, porque el gobierno del AKP dispone de una legitimidad democrática de la que el de Bashar el Assad, en Damasco, carece, detalló el diario oficialista Daily Sabah.

Por su parte, el ministro turco del Interior, Selami Altinok, afirmó que considerará su renuncia una vez que se calme el clima político, informó el canal CNN Turk hoy.

El mismo día de la masacre, el funcionario había negado toda responsabilidad en los acontecimientos. Si se produjera la renuncia, sería la primera en tener lugar tras una masacre desde que Erdogan asumió el poder supremo en Turquía.

La renuncia había sido solicitada por el jefe del partido socialdemócrata y kemalista CHP, Kemal Kilicdaroglu, quien agregó que era un deber de «respeto a los muertos y sus deudos».

Entre tanto, Stefan Seibert -portavoz de la canciller alemana, Angela Merkel- anunció que la jefa de Estado germana visitará Turquí¬a el próximo domingo para analizar, entre otros temas, asuntos de seguridad y la «lucha común contra el terrorismo» que encaran ambos paí¬ses.

Ayer, gigantescas mareas humanas marcharon hoy en diferentes ciudades del país para recordar a las víctimas fatales, y fueron reprimidas por la policía en Ankara y en la capital de la región de mayoría kurda, Amed.

Entre los muertos de anteayer el HDP destacó que había dos de sus candidatos a diputados para las elecciones del próximo 1 de noviembre, comicios que Erdogan llamó luego de que su partido no consiguiera una mayorí¬a absoluta por primera vez en más de una década y durante meses se negara a aliarse con alguna fuerza de la oposición.

Por su parte, el partido socialdemócrata CHP, la mayor fuerza de la oposición y otro de los participantes de la marcha por la paz de ayer, informó que 11 de sus militantes fallecieron en el atentado, informó la agencia EFE.

«Aquellos que hicieron esto con la mentalidad de que ‘el Estado es nuestro’ van a pagar por ello. No queremos actos de venganza.

El primer paso será el 1 de noviembre», sentenció a su vez ayer el copresidente del HDP, Selahattin Demirtas, durante una ceremonia en la plaza donde ocurrió el atentado.

Más tarde, en Estambul, una nueva marea humana inundó las avenidas céntricas para otra manifestación pacífica en contra de los ataques como el de ayer y de la retórica belicista del presidente Erdogan contra el PKK.