El fallo fue dictado ayer por la Sala VI del mencionado tribunal que de esta manera dejó al imputado Mangeri al borde del juicio oral y con una pena en expectativa de prisión perpetua. Mangeri seguirá preso en el penal de Ezeiza con la acusación de haber cometido un «abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa agravado por haber causado un grave daño a la salud física de la víctima en concurso real con el de femicidio también agravado por haber sido cometido criminis causa». Lo que también confirmaron los camaristas Mario Filozof, Ricardo Pinto y Julio Lucini, es que el ataque sexual fue el móvil del crimen, tal como lo había plasmado el juez de instrucción Javier Ríos en su procesamiento del 22 de noviembre. «Cobra relevancia el informe confeccionado por la última junta médica, un aporte científico que permite, a la luz de la descripción de las lesiones que mostraba el cuerpo de la occisa, considerar como razonable la hipótesis que el imputado habría atentado contra la integridad sexual de la joven previo a su muerte», señala el fallo difundido ayer por el Centro de Información Judicial (CIJ) de la Corte Suprema. La Cámara sostiene que de acuerdo a las conclusiones del Cuerpo Médico Forense, las lesiones paragenitales que presentaba la víctima en los muslos y la ingle son «compatibles con las del tipo defensivo, de producción contemporánea entre sí y compatibles con las observadas en las agresiones sexuales». «Los motivos expuestos permiten de manera plausible sostener, con apoyo en esta nueva prueba de cargo, que el imputado previo a dar muerte a Angeles Rawson a través de una asfixia mixta, intentó accederla carnalmente mediante violencia», señala el fallo. Donde hubo diferencias es en la carátula, ya que la readecuación a la calificación de abuso sexual y femicidio agravado impuesta por el juez Ríos en su último procesamiento fue confirmada con la mayoría de los jueces Mario Filozof y Ricardo Pinto. Pero si bien también confirmó el procesamiento, en minoría, el juez Julio Lucini votó en disidencia con esa calificación, sostuvo que para él no se configuraba el «femicidio» y que el delito por el que debe responder Mangeri es el de un homicidio agravado criminis causae. «No cualquier ejercicio de violencia contra una mujer es violencia de género, sino sólo aquélla que se realiza contra una persona por el hecho de pertenecer al género femenino», dijo Lucini en su voto. Para Lucini, el crimen de Angeles «no estuvo motivado por la pertenencia de la víctima al género femenino» y agregó que en este caso «el dolo específico del femicidio está ausente ya que no basta, por todos los argumentos vertidos precedentemente, que la víctima sea mujer». En tanto, coincidiendo con lo escrito por el juez Ríos, el camarista Filozof sostiene que «se está en presencia de un claro ejemplo de violencia de género». «En estos actuados está probado holgadamente en lo que, a términos provisorios se refiere, existió una agresión sexual previa a la muerte; la menor fue utilizada como objeto, pues aún su resistencia se la agredió desde la diferencia de edad, físico, y fuerza, hasta lograr su muerte». Además, agregó que «dentro de sus especies se observa al femicidio no íntimo: es el que ocurre por amigos, vecinos, conocidos y aún desconocidos. Esto es, cuando se ataca sexualmente a la víctima antes de matarla, a sabiendas de la superioridad física. Nada más parecido a lo que se desprende de este sumario». Su colega Pinto, coincidió con Filozof y con su voto lograron la mayoría para mantener en la causa la figura del femicidio. Angeles «Mumi» Rawson (16) desapareció el lunes 10 de junio cuando regresaba a su casa del barrio porteño de Palermo y al día siguiente, su cadáver fue hallado en el predio de la CEAMSE de la localidad bonaerense de José León Suárez. Por el crimen fue detenido Mangeri, quien se autoincriminó cuando declaraba como testigo ante la fiscal del caso, María Paula Asaro. Los estudios de ADN determinaron que había perfil genético del portero debajo de tres uñas de la mano derecha de Angeles -con un 99,9 por ciento de precisión en el caso del dedo índice-, lo que sugiere que ella alcanzó a rasguñarlo en un intento de defensa. La junta médica determinó que Angeles murió sofocada y estrangulada por su asesino en una maniobra que no duró más de cinco minutos y antes de que su cuerpo ingresara a la compactadora de basura. Los expertos ubicaron la data de muerte entre las 11 y las 17 del 10 de junio, confirmaron que la víctima presentaba lesiones defensivas y que el asesino, antes de asfixiarla, le dio una paliza en la que le provocó siete fracturas: en la clavícula, la primera vértebra dorsal y cinco costillas.
Fuente: Telam


