El programa fue relanzado por el Gobierno el pasado 7 de septiembre, se destacó que el 60% del total de los productos son alimentos y bebidas y se sumó a la cadena de adheridos a los supermercados de origen asiático.
Al ser consultado sobre la denuncia del titular de Consumidores Libres, desde el Gobierno sostuvieron que «hay que darles tiempo» a los supermercados para que reciban los productos y artículos y los pongan a disposición de los consumidores en las góndolas.
Sin embargo, para Polino la afirmación oficial es «una excusa» para no reconocer que «los controles de la Secretaría de Comercio son inexistentes» y un programa como este «no puede quedar en manos de la simple buena voluntad de las empresas».
En ese sentido, el exlegislador cuestionó: «Este es un programa mal confeccionado. Hay solo dos cortes de carne, solo hay manzana y papas, y hay 20 bebidas alcohólicas, 26 sin alcohol, 23 clases de galletitas y 55 lámparas led. Es una desproporción, no se han priorizado las necesidades alimentarias más básicas de los humildes».