El papa Francisco recibió en las últimas horas al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. Se trató de un encuentro en el Vaticano mientras en simultáneo, el Senado estaba votando la Ley Bases y el paquete fiscal.
El mandatario provincial había anticipado que la reunión sería “de agenda abierta”. Sin embargo, la actualidad nacional no podía quedar afuera: “Francisco está al tanto y muy pendiente así que seguramente hablaremos de eso”, había dicho Kicillof antes de viajar hacia Roma.
Así, un día después de mostrarse con una bandera en defensa de Aerolíneas Argentinas, el Sumo Pontífice volvió a tener una actividad ligada a la política argentina.
Sobre la reunión, Kicillof detalló que la audiencia fue “muy cálida”. “Fue muy importante para mí porque no lo conocía personalmente”, destacó.
Para el gobernador, Bergoglio “es un referente internacional en un momento donde es muy necesario”. “Estamos viviendo una época de crisis, de guerra, de crecimiento de sectores de la ultraderecha a nivel mundial así que la voz del papa es muy importante, influyente y, a veces, bastante discordante“, completó.
Tal como lo indica el protocolo, el encuentro entre ambos comenzó con un intercambio de presentes. En las fotos oficiales se puede ver como Kicillof le obsequió al papa dos de sus libros: Fundamentos de la teoría general. Las consecuencias teóricas de Lord Keynes y De Smith a Keynes: siete lecciones de historia del pensamiento económico: un análisis de los textos originales. Por su parte, el papa le entregó dos de sus escritos: Laudato si y Fratelli tutti.
En lo que fue un cónclave “bastante extenso”, el gobernador bonaerense reveló que no hablaron “de lo que estaba ocurriendo en Buenos Aires al mismo tiempo” en referencia a la votación de la Ley Bases y el paquete fiscal. Es que la audiencia privada y la votación se dieron casi en simultáneo.
El gobernador contó que se dedicaron a hablar “de la cuestión estructural que se está viviendo en Argentina” más que de la coyuntura.
El mandatario provincial viajó a la Santa Sede acompañado por el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, y la jefa de asesores, Cristina Álvarez Rodríguez.