Treinta y siete años tuvo que esperar la familia de Eduardo Gustavo Ricoy, un chubutense desaparecido a manos de represores de la última dictadura militar, para poder recuperar sus restos y darle un “descanso en paz”.

Su hermana Andrea, una docente jubilada que vive en Comodoro Rivadavia, confirmó la noticia al diario Jornada de Trelew. “Yo lo quería comunicar a los vecinos porque mi hermano y yo nos criamos y nos educamos allí, entonces creo que se tienen que enterar de que él ya está con nosotros, y de que ahora tengo la familia completa”, dijo la mujer conmovida.

Y es que Ricoy, que había nacido el 26 de setiembre de 1954, fue detenido en La Plata, en plena vía pública, el 25 de enero de 1977. Eduardo había partido cinco años antes a estudiar Ciencias Económicas a la capital bonaerense, donde comenzó su militancia peronista. Andrea recién estaba en el secundario en Trelew cuando se enteró de lo que le había sucedido a su hermano y nunca más -hasta hace poco tiempo- se había tenía información de él.

Precisamente fue en 2006 cuando el Equipo de Antropología Forense halló e inhumó los restos óseos de 7 personas en una fosa común del cementerio de Lomas de Zamora, por lo que se comenzó una investigación para su identificación.

Andrea aportó su muestra de sangre recién en 2012 y, luego, el pasado 23 de enero, “cuando me avisaron del hallazgo debimos esperar una resolución judicial donde determinaron el parentesco real: un 99,9 por ciento por restos sanguíneos y óseos”, contó.

Así, tuvo que esperar bastante tiempo hasta que le confirmaron el hallazgo. El EAF determinó también que Eduardo fue asesinado el 18 de febrero del 1977, menos de un mes después de su detención.

Para Andrea, lo que vive desde el 23 de enero “es todo muy loco”. Pese al dolor que aún siente, la mujer expresa un sentimiento aliviador: “mi hermano deja de ser un desaparecido, porque a partir de ahora tengo su certificado de defunción. Son demasiadas cosas. Deja de ser un desaparecido para ser una víctima de la dictadura”, manifestó al matutino.

Por decisión de la docente, los restos de Eduardo Gustavo Ricoy serán cremados este martes en el Cementerio de la Chacarita, de Buenos Aires, en una ceremonia íntima en la que participarán su esposo Mario y sus hijos Nuria, Araceli y Joaquín, junto a algunos primos.

Detrás de la desaparición de Ricoy no hay una causa judicial. Para Andrea, la despedida de hoy parece ser suficiente. “Se cerró un círculo. Él está conmigo y en algún lugarcito están los tres juntos, con mis papás y nos van a cuidar. Yo lo sé”, explicó.

La mujer recordó que sus padres no esperaban encontrar los restos, ya que al principio “movieron cielo y tierra” pero con los años “se silenciaron”. Por eso, ella tomó esa lucha, que tantos años después, dio sus frutos.