Opinión

Por Carlos Andrés Ortiz

Energía y Política, vinculaciones entre petroleras y neoliberales

Las relaciones entre las empresas petroleras y el marco neoliberal que ofrece la política en los países con más poder.

El neoliberalismo –al igual que su predecesor el “liberalismo” a secas-, muestra una larga vinculación con los intereses –no siempre transparentes por cierto- de las megas petroleras transnacionales; las cuales no por casualidad han sido casi excluyentemente de capitales anglosajones (de EEUU y Gran Bretaña) o asociados a ellos.

Viejos instigadores de guerras y de revoluciones, los poderosos intereses de ese puñado de gigantescas empresas hidrocarburíferas (petroleras y gasíferas) han movido tras bambalinas los resortes de la política y la economía mundial, siendo parte importantísima del llamado “poder detrás del trono”, o sea que en muchos casos fueron –y son- quienes acomodan en el poder nominal a presidentes, primeros ministros, y otras figuras relevantes de la política, tanto en las megas potencias, potencias intermedias, y las del mundo subdesarrollado. Por supuesto que así como esas grandes corporaciones petroleras y financieras colocan en cargos relevantes a políticos afines, también los echan de sus cargos cuando dejan de jugar a su favor, o mucho más si llegan a “tener la osadía” de desarrollar Políticas de Estado claramente a favor de sus respectivas naciones limitando el poder y las influencias de esos pulpos del poder transnacional.Como ejemplos de intromisiones políticas, guerras, revoluciones e incluso asesinatos directos de dirigentes o activistas sociales que se oponen a “las Siete Hermanas”, se puede citar un casi infinito rosario de casos.  El golpe de Estado que derrocó a Irigoyen en 1930, tuvo “fuerte olor a petróleo” y por ello achicaron a la creciente YPF, impusieron “precios internacionales” al más barato combustible argentino, y persiguieron con saña feroz a los patriotas Generales e Ingenieros Mosconi y Baldrich, los artífices del poderoso crecimiento de la petrolera estatal argentina.Las dos Guerras Mundiales, en buena parte tuvieron por ambas facciones en pugna, el objetivo de dominar las fuentes de abastecimiento energético, en especial petróleo, como gran objetivo estratégico. La sangrienta y absurda Guerra Del Chaco, fue instigada por dos petroleras, usando vilmente a los empobrecidos pueblos de Paraguay y Bolivia, sembrando además odios y resentimientos entre esos pueblos hermanos.El golpe de Estado contra Mossadegh en Irán, perpetrado en 1953, en realidad fue motivado por la decisión iraní de manejar su propio petróleo.La violenta y artera anexión de un tercio del territorio mexicano por parte de EEUU, incluyó “casualmente” los enormes yacimientos petrolíferos de Texas, “buscados” poco después del desguace mexicano, en su momento entre los mayores del mundo, hoy casi totalmente agotados, ante el desenfrenado consumismo de EEUU.El presunto asesinato –encubierto como accidente de aviación- de Enrico Mattei, alma mater del ENI, ocurrió luego de haberse negado a transar con los representantes de “las Siete Hermanas”.Las “demonizaciones” de la “gran prensa”, manejada y financiada por los grandes grupos financieros transnacionales y los entrecruzados intereses del hoy algo alicaído G 7 (Grupo de los 7 – EEUU, Canadá, Japón, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia), en contra de Irán y Venezuela, que se pretextaron en función de la “democracia” y de los “derechos humanos” (conceptos bastardeados si los hay), pero en verdad lo que molestó en ambos casos fue que esas naciones se hicieran cargo de sus propios hidrocarburos, para poner sus enormes rentas en beneficio de los respectivos Desarrollos Nacionales y de sus propios Intereses Estratégicos. Lo mismo en menor escala respecto a Bolivia, donde se logró expulsar al agente extranjero puesto de presidente, Sánchez de Lozada, quien pretendía enajenar por monedas el gas boliviano, ávidamente pretendido por las mismas potencias del G 7. Como referencia, Sánchez de Lozada, nacido en Bolivia, apenas habla español, pues se expresa en inglés…El largo y prefabricado conflicto entre Irán e Iraq –años 1980 a 1988-, en verdad buscaba provocar –tal como ocurrió- dos grandes perdedores, pues ambos países a sus modos propios, buscaban poner sus riquezas hidrocarburíferas al servicio del desarrollo. Y de paso se resquebrajó la unidad de la OPEP, que desde 1970 defiende los intereses de los países productores, antes meros cobradores de moneditas que les dejaban las petroleras anglosajonas a cambio de bombear a discreción cuanto petróleo y gas quisiesen extraer.Las dos invasiones a Iraq, bajo los pretextos de “la democracia” y “los derechos humanos” cometieron las mayores tropelías, con el doble propósito de tumbar a un gobierno díscolo (que los mismos grandes centros de poder sostuvieron y armaron, hasta que “se les salió de control”), y sobre todo de disponer a discreción las enormes reservas de petróleo y gas que atesora el subsuelo iraquí.Lo mismo en Afganistán, pero aquí como país de paso necesario para grandes gasoductos que tornarán comercializables los grandes yacimientos gasíferos de varias pequeñas naciones desmembradas de la ex Unión Soviética.El golpe de Estado de 1962 en Argentina, en este caso prohijado por los sectores más recalcitrantemente conservadores, a los que les “molestaba” la fuerte industrialización y el autoabastecimiento petrolero, conseguido por primera vez en la historia argentina.El golpe de Estado de 1976 en Argentina, claramente buscaba desguazar totalmente al Estado fuerte y activamente empresario e intervencionista, que había buscado y apuntalado el modelo industrialista y tecnológico, bosquejado en el yrigoyenismo, pero fuertemente impulsado y consolidado desde la década peronista de 1945 a 1955. Y sin duda las “presas mayores” a ser fagocitadas por el capital foráneo, eran YPF y Gas Del Estado, incluyendo en ello las importantes reservas trabajosamente acumuladas, las refinerías, redes de gasoductos, y complejos de desarrollo tecnológico. Después la inercia del alfonsinato y las corruptelas del menemato y del delarruato, “completarían la tarea”, malvendiendo ambas empresas y privándonos a los argentinos no solo de las cuantiosas rentas petrolíferas y gasíferas, sino también del alto valor estratégico de las mismas. No todos los ciudadanos sinceramente interesados en el bien común, advierten las fuertes vinculaciones de los poderosos intereses de los carteles petroleros y gasíferos, con la generación termoeléctrica, y su amplio abanico de intereses vinculados (importaciones de usinas “llave en mano”, posteriores ventas de repuestos, transporte de combustibles, asesores, especialistas y comunicadores sociales funcionales a esos intereses, y aquellos que desde siempre apuestan en contra de la Grandeza Nacional).Queda en claro que los marxistas, anarquistas y demás “apóstoles de la violencia”, eternos buscadores de modelos teóricos extranjeros; son tan antinacionales como los neoliberales; por lo que usualmente les sirven de claque para oponerse a toda iniciativa tendiente al Desarrollo Nacional.En las últimas décadas, el movimiento ecologista de corte fanáticamente fundamentalista, es una pieza clave en la “maquinaria de impedir”, y curiosamente dentro del variopinto grupo de adherentes obnubilados por los pegajosos mensajes de las transnacionales de la ecolatría, se encuentran muchos marxistas “huérfanos de causa”, los cuales notablemente son manipulados por entes creados y manejados por Gran Bretaña y otras potencias del G 7. Y a esos “profetas del subdesarrollo crónico” que vociferan retóricamente en contra “del imperialismo”  no les hace asco recibir aportes, viáticos y otras contribuciones, de diversas “fundaciones” y otros entes similares, que operan desde EEUU y otras potencias del “capitalismo” que tanto dicen odiar. ¡Cosas veredes, Sancho! C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZInvestigador de temas económicos y geopolíticosEx Investigador y Docente = Facultad de Ciencias Económicas = UNaMEspecialista en Gestión de la Producción y Ambiente – Fac. de Ing. = UNaMTesista de la Maestría en Gestión de la Energía  = UNLa – CNEADocente de Economía – Esc. Normal 10 – Nivel TerciarioDocente de la Diplomatura en Geopolítica – Inst. Combate de Mbororé