Daniel Romero, jefe del Programa de Atención Primaria de la Salud, explicó que después de 10 años sin casos, Argentina acaba de confirmar 4, todos en Buenos Aires. Dos de ellos fueron a Sudáfrica en ocasión del Mundial de Fútbol. El tercer involucrado es un bebé, hijo de uno de los viajeros, y el cuarto es una hermana del otro turista argentino.Esto determinó que el Ministerio de Salud de la Nación declarara el “alerta epidemiológico” para todo el país. En ese marco la Provincia instrumentó acciones para evitar casos. En especial, y además de completar el esquema de vacunas, las tareas apuntan a concientizar a la población que debe estar prevenida, “sobre todo al salir de la provincia y al regreso”. Así, ya se está verificando el estado del calendario obligatorio en los niños de 1 a 15 años, que deben tener al menos dos dosis aplicadas, una al año y la otra al ingreso escolar (6 años), aunque esta segunda vacuna en la actualidad se adelantó para los 18 meses, y a los 11 años hay un refuerzo. En tanto que los adultos que no recibieron la “doble viral” (contra sarampión y rubéola) pueden solicitarla en los centros de salud y hospitales. Esta dosis la aplicó la Provincia en 2006 a mujeres de 15 a 39 años; luego, en 2008, a varones de esas mismas edades. El fin fue erradicar la rubéola congénita que causa graves deformaciones y alta mortalidad en el bebé en gestación. El año pasado hubo otra campaña de doble viral, más la Sabín oral (contra la polio), en menores de 5 años. De los mayores de 50 años, sostuvo Romero que “es un grupo de muy bajo riesgo, ya que la tuvieron de niños o están vacunados. Hasta hace 30 años el sarampión era muy frecuente. Pero si quieren la dosis, la tienen disponible”.Las autoridades sanitarias recomiendan la dosis contra el sarampión, aunque las personas crean haber tenido la enfermedad en algún momento de la vida. El caso es que ésta es una infección viral aguda potencialmente grave, transmisible y extremadamente contagiosa. En los niños pequeños tiene alta mortalidad.La transmisión ocurre por el aire y contacto directo (manos u objetos contaminados) con secreciones de las mucosas respiratorias y las conjuntivales (oculares) del enfermo. El germen ingresa también, en niños y adultos, por las vías respiratorias y los ojos.El sarampión en sí usualmente dura de 4 a 12 días, durante los cuales no hay síntomas. Las personas infectadas permanecen contagiosas desde la apariencia de las primeras manifestaciones y hasta alrededor de 35 días después de iniciada la erupción cutánea.Salud Pública aconseja a quienes presenten erupciones en la piel y fiebre de más de 38º acudir al médico, ya que ante la simple sospecha de tener sarampión o rubéola se deben instrumentar medidas inmediatas para tratar de contener la posible diseminación de estos virus.Las manifestaciones clínicas son fiebre, conjuntivitis, tos, erupción o sarpullido (manchas color rojo) y estado general debilitado. También puede, en algunos casos de complicaciones, causar inflamación en los pulmones y el cerebro, que amenazan la vida del paciente.El diagnóstico se hace por el cuadro clínico y un estudio de laboratorio (detección de anticuerpos en la sangre). No existe terapia específica para el tratamiento de la enfermedad, pero tiene prevención: la vacuna.Asimismo, y en el marco de esta alerta, se recomendó a la población tener disponibles los carnets de vacunación de la familia, “para presentarlos en caso de una eventual visita de algún agente de salud o cuando lo requiera el profesional médico en la consulta”.