Economía

Cáida en la actividad

Las ventas minoristas de los comercios se derrumbaron un 51% en mayo

Es un dato comparado con 2019. Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) aseguran que es por el congelamiento de la economía debido a la pandemia.

ventas

Las ventas minoristas pymes cayeron un 50,8 por ciento anual en mayo, respecto del mismo mes de 2019, informó este domingo la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

Se trata del tercer mes de cuarentena en el país por el coronavirus, cuya flexibilización aún no es suficiente para reactivar el rubro. Los datos desprendidos del informe incluyen las ventas online y presenciales de 1.100 comercios de las capitales del país, GBA y CABA, relevados desde el lunes 1 de junio y el sábado 6 de junio.

Sólo un 12 por ciento de los comercios relevados pudo finalizar el mes en alza. El resto, por el contrario, tuvo derrumbes de hasta el 100 por ciento. En mayo, el 85 por ciento de los comercios tuvo caídas en las ventas y sólo el 12,2 por ciento se mantuvo con aumentos.

«Hay fuerte preocupación en los negocios por la falta de ventas. La mayoría ya implementó la modalidad electrónica, algunos invirtieron en publicidad en redes, pero aun así, la salida es poca y no se cubren los gastos fijos. Además, hubo problemas con los proveedores y las entregas no están llegando a tiempo», precisó el organismo.

Los sectores con menos caídas interanuales en el mes fueron Alimentos y Bebidas (-14,8%), Farmacias (-12,9%) y Ferreterías, materiales eléctricos y para la construcción (-35,5%). De todos modos, estos tres rubros, que fueron esenciales desde el inicio de la cuarentena, también cayeron aunque por debajo del promedio.Los declives fueron más pronunciados para Perfumería y cosmética (-55,3%), Ropa y artículos de deportivos (-61,6%) y Librerías y Jugueterías (-64,1%).

A esos le siguieron las Relojerías, Joyerías y bijouterie (-75,6%), Indumentaria (-77,5%) y Mueblerías, decoración y artículos para el hogar (-73,2%), que fueron los más afectados.

Las disparidades entre los comercios tuvo que ver con las políticas de confinamiento específicas en cada ciudad. En ese aspecto, hubo negocios que cerraron al 100 por ciento y no vendieron nada, otros que se abocaron al e-commerce, algunos que abrieron con rangos horarios más largos y otros más cortos.