Con una importante desorganización sindical, largas colas y pequeños incidentes, se llevó adelante ayer el corte programado por ATE Salud en el puente carretero que une Neuquén con Cipolletti. A pesar de la medida de fuerza, el Ejecutivo se mantuvo firme en su postura y no llamó a una nueva mesa de diálogo.

En cambio, fue por más y a través del área de Prensa oficializó que los días no trabajados de enero serán descontados. De esta manera busca desalentar un conflicto que ya lleva un mes, con 28 días de paro, y que con el paso de las horas parece desvanecerse.

“No puede ser que a través de los medios los ministros nos den a conocer su posición. Debería haber un ámbito de discusión para discutir la necesidad de los trabajadores y la posición del Gobierno”, dijo Carlos Quintriqueo, secretario general de ATE.

De todas formas, el gremio mantendrá hoy las medidas de fuerzas con una marcha que desde las 19 en conjunto con los enfermeros y la comunidad en “Defensa de la Salud Pública”. En tanto, los hospitales siguen funcionando con las guardias mínimas por el acatamiento al conflicto que llega a un 85 por ciento.

“Garantizamos el servicio mínimos en todos los hospitales para mantener el diálogo con la comunidad. Por eso pasamos Navidad y Año Nuevo con los pacientes”, dijo Flor Peralta, delegada general de la Junta Interna de ATE en el hospital Castro Rendón.

Malestar de los vecinos

La protesta, que contó con la participación de partidos políticos de izquierda, se realizó de 9.30 a 14 y se replicó en otros puntos de la provincia como Zapala y Centenario.

En el puente carretero generó demoras y cientos de personas debieron cruzar a pie para tomar el transporte público. Como siempre, la medida generó voces en contra y a favor.

Muchas de las personas como Neme, José y Marcelo, expresaron que el reclamo de salud es justo aunque no la forma de protesta. 

Oficialmente el corte en el puente se tenía que levantar durante cinco minutos cada media hora. Una situación que el gremio no pudo asegurar por una gran descoordinación basada en una interna gremial dada por diferencias políticas.

Tampoco se respetó el tiempo estipulado para pasar por el lugar. Inclusive, iniciado el corte, algunos pretendían que sea total cuando ya se había resuelto que eran intermitentes.

Esto alteró más de lo común a las personas, y se oyeron insultos, bocinazos de protesta y un incidente puntual con un vecino que cuando estaba por pasar hacia Neuquén fue neutralizado abruptamente. Hubo una pequeña escaramuza que no llegó a mayores.

“Me patearon el auto”, dijo Valentín, un automovilista que por su trabajo cruza el puente tres veces por día.  

Banderas políticas

Otro punto de desencuentro fue ver por un lado a la actual conducción de la Junta Interna del Castro Rendón en coordinación con el PTS y el PO, y por otro lado a la lista verde con el apoyo de la conducción general de ATE.

Una muestra de lo expuesto es que la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) no lanzó el paro provincial como habían pedido Salud en su última asamblea. Al respecto, Quintriqueo dijo que “cada organización esta en condiciones y en libertad de acompañar la medida y las distintas acciones”. 

El secretario general de la CTA entiende que no es el momento para sacar a los trabajadores a la calle, ya que acordó con el Gobierno iniciar la mesa de negociaciones para el escalafón a partir del viernes.