Opinión

Se le nublo la cosa al grupo Aurora

Carlos Andrés Ortiz escribe sobre la oposición y su raíz histórica en la política argentina.

Nombre emblemático si los hay (es la canción a La Bandera Argentina), esa denominación fue usada –en las diversas acepciones del concepto-, por un agrupamiento de intelectuales ultra conservadores, claramente añorantes de aquel “país modelo”, el de las vacas y patrones gordos y de peones “de pata’l suelo”, peones “cosificados” (tratados como una simple cosa despersonalizada); como fue el “modelo próspero” atado a la suerte del Imperio Británico, tal como lo concibieron el mitrismo y sus continuadores.

 

Para graficar mejor la cosa, así como en EEUU en su guerra civil triunfó el Norte progresista, venciendo al Sur retrógrado, primario y oligárquico; en las guerras civiles argentinas ganó “el sur” –el liberalismo dogmático- con su proyecto de país granja subordinado al Imperio y atado a doctrinas foráneas.

 

Queda en claro que el Norte en EEUU era industrialista, antiesclavista, con pensadores lúcidos que desde el comienzo asumieron el objetivo de la Grandeza Nacional; mientras que los algodoneros del sur solo se concebían como apéndices de otras estructuras industriales, con una casta rica gobernando en base a la fuerza laboral esclava, con todas las lacras de semejante situación.

 

Estos “aurorianos” son los herederos confesos del modelo rivadaviano – mitrista, que eclosionó en la llamada “generación del ‘80” (1880), el cual aprovechó una larga coyuntura favorable al modelo agroexportador, pero que por egoísmo de las minorías poderosas gobernantes –eran las épocas de la “democracia” del voto cantado y de los “aprietes” varios a los opositores-, y por notable miopía en sus objetivos, se negó a industrializarse, a favorecer la creación de tecnología propia, y solo concebía a Argentina como “apéndice privilegiado” y subordinado al Imperio Británico; tal como expresamente lo dijo el vicepresidente “Julito” Roca en 1935. Claro está que ya en la “década infame” (la de 1930) se había “evolucionado”…con el voto secreto…pero con el “fraude patriótico” con cambios de urnas inclusive, con tal de preservar los esquemas de poder de un modelo perimido y totalmente agotado…el del país estancia, dócil a los poderes extranjeros. Esa  misma gente, por boca de los representantes de la Sociedad Rural Argentina, no solo alabaron el desquicio socio económico instrumentado por “el proceso”, sino que también “aportaron sus ‘mejores’ hombres”, como lo prueban las profundas responsabilidades de Martínez De Hoz y sus “Chicago’s Boys”, entre otros menos conocidos copartícipes necesarios de tales destrucciones sistemáticas de la economía argentina.

 

Debe entenderse que Mitre reconoció ser admirador y continuador del accionar y del pensamiento de Rivadavia y sus acólitos –lo llamó “el más grande hombre civil de la tierra de los argentinos”-, para lo cual seguramente consideró los “grandes méritos” del Bernardino, como desguazador de las Provincias Unidas y como implacable perseguidor y opositor de San Martín y de su cruzada libertadora; además del asesinato político de Dorrego consumado por el instigador Bonifacio Del Carril y su grupo de rivadavianos.

 

Como continuación de todo ello, los objetivos del Grupo Aurora eran mostrarse como “la gran alternativa” y “el retorno a la fuentes”, y venían “preparando el terreno” con miras al Bicentenario, al cual seguramente avizoraban caótico y sumido en una profunda recesión y una terrible crisis económica, social y política.

 

Con “discurseadores” de “pico de oro” y con mucha prensa y micrófonos siempre a disposición –tal como usualmente lo hace el establishment con los “niños mimados” a su servicio- se dieron a la tarea de mostrar las “bondades” del modelo ultra liberal –siempre retocado y hermoseado- para intentar reimponerlo, pese a las terribles experiencias recientes que los argentinos sufrimos a consecuencia del mismo neoliberalismo apátrida, “privatista” y desguazador, del modelo noventista.

 

Así en lo interno apelaron a sus íconos, como el inteligente pero complicado Alberdi, quien recién en su vejez se arrepintió de sus errores políticos, como haber jugado a favor de las potencias enemigas en el bando de los unitarios, y haber sido uno de los tantos ejemplos de “racistas al revés”, pues denigró y despreció a la población criolla con una enjundia tal que el Ku Klux Klan (grupo ultra racista norteamericano) parecería un tímido conjunto de “boys scouts” si se lo comparara con la prédica alberdiana. O como el muy contradictorio Sarmiento, ansioso por regalar toda la Patagonia a Chile, y vociferante por “regar la tierra con sangre de gauchos, que es lo único para lo que sirven”.

 

Los “auroristas” no se privaron de cantar loas al librecambio –como si los argentinos olvidáramos los genocidios socio económicos que nos causó el neoliberalismo, implantado por Martínez De Hoz con su guardián pretoriano Videla y “el proceso”; y aplicado impiadosamente durante un cuarto de siglo hasta el caos del hiperkinético Cavallo y de los recortadores de sueldos y jubilaciones delarruistas, al ritmo y exigencias de “la patria financiera” durante los festivales de bonos y conculcaciones de depósitos, allá por la mega crisis del 2001, quienes “terminaban las tareas” de “liberación económica” (léase destrucción total) que no llegó a consumar el menemato.

 

Y en lo externo, los “auroristas” con su “predicador mayor” del “santoral liberal”, el ex funcionario del alfonsinato y de algún modo copartícipe de la malhadada reforma educativa,  Marcos Aguinis; el ecologista ¿ultra? Daniel Sabsay, Jorge Vanossi y otros liberales, se esforzaban en mostrar ejemplos de lo “políticamente correcto” del plano internacional. Además de las consabidas loas al modelo chileno (sin importar las desigualdades sociales, las escuelas y universidades caras e inaccesibles para las grandes mayorías, ni su carencia de políticas industriales); y se esmeraban en resaltar “la nueva niña bonita” y supuesto modelo de la economía mundial, el boom económico irlandés…”mérito” de su apego a las pautas neoliberales. Por allí cerca podían citar a la neoliberal y “comunitaria” España, tan europea ella que pretendió renegar de sus lazos con  Hispanoamérica; y también citar a la admirada (por ellos, los liberales) Gran Bretaña; pero en todos esos ejemplos la recesión “les pinchó el globo”,

 

Hoy Irlanda se debate en el caos socio económico, producto de la brutal especulación y de la apuesta a los “derivados financieros” tan propios del neoliberalismo; y hoy el aperturismo y “eficientismo” neoliberal chileno muestra tasas de crecimiento y soluciones sociales mucho menores, que los fuertes intervencionismos estatistas –pero no socialistas- de Argentina y Brasil; por no citar los heterodoxos casos de China, India y otros, que “no compraron el paquete” de la doctrina neoliberal del Estado bobo…, con recesión incluida. ¡Los “auroristas” se quedaron sin argumentos!, solo con sus huecas prédicas de la “excelencia” de la Argentina del Centenario –aquella de la minoría paqueta y engalanada, y la criollada y la gringada marginada en los campos y hacinada en los conventillos urbanos-, y manejada casi a su antojo por Bancos, frigoríficos y ferrocarriles británicos.

 

¡Para colmo, los festejos del Bicentenario fueron masivamente populares, y hasta los actos del Día de la Soberanía tuvieron ecos muy favorables, mostrando claramente que Juan Pueblo va entendiendo la gesta del período rosista, lejos de la descalificación de “tiranía sangrienta” que le impuso el mitrismo rivadaviano!

 

Y el “aurorismo” que surgió tan lleno de oropeles intelectuales ¿prefabricados? parece haberse deshilachado como hojarasca desparramado por los vientos…de la incontrastable realidad.

 

 

C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

Investigador de temas económicos y geopolíticos

Ex Investigador y Docente = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM

Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – Fac. de Ing. = UNaM

Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía  = UNLa – CNEA

Docente de Economía – Esc. Normal 10 – Nivel Terciario

Docente de la Diplomatura en Geopolítica – Inst. Combate de Mbororé