El presbítero Oscar Belli, a quien una vecina de Concordia acusó de discriminar a los judíos, dijo que las declaraciones de la mujer “no reflejan de manera alguna la verdad de lo ocurrido y vivido en la celebración religiosa”.

Según la denunciante, Rita Arcusin, el sacerdote de la parroquia de Itatí afirmó durante un sermón que «los judíos son tan mentirosos que tienen el alma podrida hasta los huesos».

Arcusin es de religión judía y el 25 de setiembre pasado acompañó a una amiga que tiene problemas de salud a un oficio religioso que el cura Oscar Belli pronunció en la parroquia Itatí, en la zona norte de Concordia.

En el descargo que presentó ante la delegación Concordia de la Secretaría de Derechos Humanos, Belli explicó que en su homilía ubicó “dentro del contexto actual de vida” a un texto bíblico donde se criticaba “a los fariseos”.

Belli se reunió ayer con el titular de ese organismo provincial y hoy difundió el contenido del escrito de dos carillas en el que hace el descargo ante la secretaría.

En la nota, el sacerdote advirtió que “la aludida (denunciante) participó mínimamente (de la misa)” llegó tarde y se retiró temprano-. Es decir no escuchó el inicio ni el final de la homilía que cuestiona”.

El cura insistió en que leyó “un texto bíblico que expresa: Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos hipócritas! Pues ustedes son semejantes a sepulcros bien pintados que tienen buena presencia, pero por dentro están llenos de huesos y de toda clase de podredumbre (Mateo 23.27)».

Según Belli, “la señora Arcusin se retira de la iglesia, no escuchando o no entendiendo cuál es la metodología aplicada desde siempre en mis homilías donde, como es costumbre sacerdotal, procedo a explicar dichas palabras dentro del contexto actual de vida”.

El párroco explicó que la cita bíblica habla de los fariseos de entonces ya que, “sin perjuicio de que no lo dije, es un hecho histórico irrefutable que la mayor parte del pueblo judío no reconoció a Jesús como el Mesías”.

“Jamás he discriminado a nadie por ninguna causa”, agregó Belli, quien consideró que “con lo expresado queda aclarada la situación».

También pidió que «se proceda al archivo de las actuaciones” y agregó que cuenta con testigos que están dispuestos a dar fe sobre la veracidad de su versión.

El titular de la Delegación Concordia de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia, Rubén Bonelli, adelantó hoy que la denuncia de Arcusin y el descargo del cura Belli «serán elevadas a la delegación provincial del INADI, con sede en la ciudad de Paraná».

“Este organismo cuenta con abogados y elementos para seguir adelante con el proceso”, explicó el funcionario, quien reconoció que el caso podría terminar “con una presentación ante el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay o de Paraná, porque estamos hablando de una ley contra la discriminación”.

En tanto, el presidente de la DAIA de Paraná, Diego Dlugovitzky, pidió una reunión con el arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari, para tratar la situación derivada de la denuncia de Arcusin.

Dlugovitzky dijo estar “muy sorprendido e indignado” por los dichos de Belli, y expresó que pidió la reunión con Puiggari “porque la comunidad judía en particular y la sociedad en general, necesita una disculpa».

Dlugovitzky afirmó que el párroco debería recibir una sanción, porque sus dichos “no son un error, una equivocación o una mala interpretación, son conceptos que evidentemente él tiene arraigados y que a esta altura de la evolución de las sociedades, y sobre todo de la evolución de la misma iglesia, creo que es insostenible que haya un sacerdote como éste”.

También reveló que se reunirá con la titular del Inadi Paraná, Cristina Ponce, porque los dichos del cura reflejan “una cuestión de antisemitismo, que entra en el ámbito de la discriminación”.