Economía

Crisis económica

¿Se suspende el asado de fin de año? Aumentan las carnes y toda la Canasta Básica

Según el INDEC una familia necesita $ 49.911,60 para no caer bajo la línea de la pobreza. Preocupan los precios que siguen subiendo; la brecha cada vez mayor entre la inflación y los sueldos y el desempleo que no deja de subir.

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El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), difundió esta semana los datos de octubre en relación a la Canasta Básica Alimentaria (CBA). El incremento registrado en la CBA fue de un 6,6%; por lo que un grupo familiar estándar compuesto por dos adultos y dos menores, necesita $ 20.710,20 para no caer en situación de indigencia. En cuanto a la Canasta Básica Total (CBT), que además de alimentos reúne indumentaria y transporte, la suba de precios fue de un 5,7 %, incrementando el monto mínimo necesario de ingresos que necesita un grupo familiar estándar a $ 49.911,60 para no caer bajo la línea de la pobreza.
Durante el primer semestre del 2020, el INDEC, informó que el 40,9% de la población argentina se encontraba en situación de pobreza, esta es la medición más alta desde el primer semestre del 2004, cuando el índice se ubicó en 44,3% tras la salida de la crisis de convertibilidad; si se toma como cifra estimada de total de población argentina a 25 millones de personas, el número de pobres ascendió alrededor de 18.500.000. El índice de indigencia por su parte ascendió a 10,5% también durante el último semestre. La desocupación se incrementó al 13,1% en el mismo periodo. De octubre 2019 a octubre 2020 la inflación fue de un 42,8%. Con todas estas mediciones se estima que la economía en su conjunto cayó un 19,1% y se prevé que de seguir todo en el mismo rumbo para fin de año se cerrarán los índices aún más altos, lo que se traduce en más pérdida de puestos de trabajo y de consumo, aun con las fiestas de por medio.
En los últimos doce meses, el costo de la Canasta Básica Alimentaria avanzó 45,8% y la Canasta Básica Total 40%, según precisó el INDEC. La diferencia de aumento entre una y otra se debe esencialmente a que las tarifas de los servicios públicos y el transporte se encuentran en la Canasta Básica Total y están congeladas desde principios de año. No obstante quizá tiendan a equipararse si se confirma la suba de precios en el transporte que se viene barajando en el Ejecutivo Nacional, la cual llevaría el boleto mínimo de colectivo entre $50 y $60 según alertaron voceros de la UTA, en el resto de los transportes la tarifa aún es incierta porque el aumento no es todavía una medida oficial.
Octubre fue el mes con más inflación según la evolución del índice de precios al consumidor (IPC), con el rubro alimenticio empujando fuerte los índices con la suba de precios sobre todo en verduras con algunas como el tomate que incrementaron su precio un 50%, frutas que llegaron al 20% de suba en los precios; tubérculos y legumbres; fiambres con un 13% de aumento; agua sin gas con un 11/12% de suba, carne picada con un 2,5% y aceites, grasas y manteca. No obstante el Gobierno Nacional pactó con las cámaras empresariales el “descongelamiento” de precios, es decir, la quita gradual de precios máximos, lo cual regulaba el tope de aumento en los alimentos y productos de higiene básicos; por lo cual hasta enero 2021 los productos que venían siendo regulados podrán aumentar a gusto de las especulaciones de las empresas productoras y comercializadoras.
Otra mala noticia para el bolsillo de las y los trabajadores es que los productores de carne vacuna anunciaron que esperan aumentos en todo el país de hasta 20% en el precio actual del kilo. Juan Eiras, presidente de la Cámara Argentina de Feedlot (CAF) en declaraciones mediáticas justificó la decisión «La oferta va decayendo. Las empresas retrotraemos volumen porque a estos precios no se puede producir. Nosotros estimamos que el aumento estaría entre el 10 y el 20% de los valores actuales. Se puede desarrollar en distintas etapas de acá a marzo. Nos ajustamos a los costos sino el negocio no se puede sostener». No obstante en Argentina, “el país de la carne” es difícil creer que el aumento se deba a las dificultades de la producción y no a la especulación y afán de lucro de grandes empresas que durante la pandemia han continuado sus ventas.
Alberto Williams, presidente de la Asociación de Carniceros, por su parte salió a arrojar claridad explicando que los aumentos se vienen registrando desde octubre a la fecha “Casi todas las semanas hay subas de entre 5 y 6 pesos”. Y agregó que el problema real reside en que las ventas “vienen muy tranquilas” ya que “Estamos vendiendo muy poco porque el parate es muy grande. La gente no tiene el poder adquisitivo suficiente. Tenemos mucha preocupación. Si sigue subiendo la carne la van a comer los productores porque la gente ya no la puede comprar”.
Con las fiestas acercándose inminentemente y sin medidas por parte del Gobierno que amortigüen el impacto de cuatro años de crisis económica y las consecuencias de la pandemia; crece la preocupación en la población, no solo por la imposibilidad de millones de familias de poner algo bajo el arbolito esta navidad, sino porque con el contexto estremecedor, no saben que podrán poner en el plato de sus hijos esta noche, y menos aún en las fiestas. Se espera que en los próximos días se informe desde el Gobierno Nacional y los gobiernos provinciales, cuál será el plan para el último mes de un año muy complicado.