«Los camiones de basura pasan cuando quieren, a cualquier hora, y el fin de semana directamente no pasan. Vivimos rodeados de basura, mal olor y ratas, con todas las enfermedades que estas situaciones provocan», explicó una vecina de la villa e integrante del Frente Darío Santillán, durante la jornada de protesta que organizaron para denunciar la «inacción» del gobierno de Mauricio Macri.

Agregó que «los camiones hacen la recolección de basura cuando quieren y el fin de semana directamente no pasan, sin seguir un  cronograma de recolección como hacen en el resto de los barrios de la ciudad», y precisó que «ni siquiera entran a buscar la basura», sino que «pasan por los alrededores».

En protesta por esta situación, los vecinos de esta villa en la que viven alrededor de 80.000 personas se juntaron en la esquina de Osvaldo Cruz y Zabaleta, justo al lado de la Sala de Salud número 35, que es el lugar donde mayor cantidad de basura se concentra.

Como parte de esta protesta, los vecinos limpiarán los alrededores de la Sala de Salud número 35 y pintarán un mural que aspira a concientizar a los gobernantes porteños sobre la necesidad de «hacerse responsable de la ineficiente recolección de residuos en las villas».

«Mientras el gobierno de Macri presenta una licitación millonaria que concesiona la recolección de residuos por los próximos diez años en la ciudad de Buenos Aires, en las villas de la ciudad el problema es más grave», explicaron los vecinos, que advierten que las calles de su barrio se convirtieron en «un basural a cielo abierto».