Opinión

La democracia del 25

Luego de la larga, larguísima, noche neoliberal nada fue lo mismo, la débil democracia que recuperamos después del más sangriento periodo de nuestra historia estaba en coma, quieta, detenida en una ciénaga, vituperada, transformada en una trampa sin salida.

Columna de opinión de Norberto Ariel Fernández

“La democracia de la calle, la democracia de la plaza, la democracia del sindicato, la democracia de la gente reunida para deliberar sus asuntos, para protestar, para marchar, para posesionar, para defender, para apoyar, es la única manera en que las democracias contemporáneas pueden salir de lo que hemos denominado esta “vivencia fósil” de la experiencia democrática.” (Álvaro García Linera)

Votar nada tiene que ver con democracia cuando las opciones que se ofrecen son todas la misma con diferente aspecto en el mejor de los casos, los noventa fueron eso. De la democracia recuperada pasamos a la democracia a la medida de las corporaciones, de la oligarquía, nada mas alejado de lo que esta debería ser. 

El Lunes 25 de Mayo observamos, vivimos, una democracia diferente, nueva, revitalizada; la Plaza repleta, rebalsada de gente es un dato ineludible acerca de los cambios que se iniciaron aquel otro 25 de Mayo de 2003. 

Repensar la democracia mas alla de del acto eleccionario es comprender que los profundos cambios que se sucedieron durante los últimos doce años lograron un nivel de institucionalización que va mas alla del papel, de la ley escrita, doce años de derechos que se transformaron en vivencia popular. 

Cristina Fernandez en su discurso hace alusión a esto cuando dice “Muchos me miran con miedo y me dicen: ‘¿Qué va a pasar?’. Va a pasar lo que ustedes quieran que pase. Ustedes son los dueños de su destino. Lo más importante es que hemos construido otra vez la patria”, el protagonismo popular pasa de ser una declamación a una realidad, la democracia entonces se transforma en algo mas que la acción de emitir el voto, la democracia se transforma en participación, construcción y custodia de derechos, en realización y ejercicio concreto de poder popular. 

La plaza del lunes significo mucho mas que movilización popular, muchísimo mas que las 800.000 personas que le dieron vida, fue la plaza que sintetizo la transformación mas profunda que se construyó durante el Kirchnerismo. 

El pueblo se reencontró con su historia, recupero la voz y se puso en el centro de la escena luego de años de silenciamiento. Es el pueblo en la tradición política Nacional y popular el sujeto histórico que hace la patria “Los vendepatrias de dentro, que se venden por cuatro monedas, están también en acecho para dar el golpe en cualquier momento. Pero nosotros somos el pueblo y yo sé que estando el pueblo alerta somos invencibles porque somos la patria misma” ( Evita). 

La democracia es el ejercicio soberano del pueblo, es la acción de poder popular mas contundente, la plaza es su lugar de expresión por excelencia. 

Pensar en lo que se viene es difícil, pero creer que existe una posibilidad de cambio (retroceso) es imposible, la democracia cambio rejuveneció como dice García Linera, en la Argentina existe un cambio que es indisimulable, el pueblo ya no es un actor de reparto de una historia que se escribe en la comodidad palaciega en la que la Oligarquía suele escribir sus (falsas) memorias. Hoy el pueblo es la historia y por eso es Patria. El 25 de mayo le dimos forma definitiva a una nueva democracia.