Esta organización religiosa  tiene sus orígenes en el siglo XIX  en Francia cuando ese país es alcanzado por las consignas industrializadoras y de acaparamiento económico en detrimento de la condición  y la vida humana. La inequidad en la distribución de la riqueza genera – como siempre ha sido a lo largo de la Historia de la humanidad-, pobreza y miseria en la mayoría de la población.Es el sacerdote Etienne Pernet que con 40 años de edad y seis de ordenado sacerdote – corre el año 1864-,  se encuentra con Antoinette Fage , mujer obrera de vida abnegada y dedicada a la ayuda de los más débiles a quién le ofrece trabajar asistiendo enfermos sin recursos. Así en Julio de 1865 se reúne la primera comunidad de las Hermanitas de la Asunción que tiene como misión estar al servicio de los enfermos, de las familias obreras y pobres. De la joven trabajadora, que no había recibido formación religiosa, dirá Pernet “En su fuerza para amar y su abnegación, se inclinaba sobre todo hacia los pequeños, los débiles, los desprotegidos. Cuánto más digna de lástima era una persona, más derecho tenía a la ternura de su corazón y a sus servicios»La consigna impuesta es “Iréis por todos los sitios porque en todos los lugares hay pobres” y se ponen al servicio de los que   ”no tienen voz ni influencia” en una clara opción por los desposeídos. Arriban a la Argentina el 24 de Junio de 1910 y han desarrollado trabajos en comunidades, junto a los más débiles, de diferentes barrios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires – Constitución, Bajo Flores, Villa Luro- , en zonas del Gran Buenos Aires – Muñiz, Lanús, Berazategui, Bernal, Ingeniero Budge , Villa Celina- y en la Provincia de Santa Fe – Rosario, Reconquista y Tartagal.-.Resulta conmovedor leer  para los que somos defensores de la vida en todas sus formas, independientemente de la creencia religiosa, atea o agnóstica que cada uno tenga, la Regla de Vida número 21   ´que las rige:   “La dureza de las situaciones con que nos enfrentamos o que presenciamos tanto en torno nuestro como a nivel internacional, nos urge a actuar de acuerdo con nuestra opción por los pobres. Son numerosos los pueblos sometidos a la violencia, marcados por el hambre, heridos en su dignidad. De ahí que «el combate por la justicia y la participación en la transformación del mundo, se nos presentan plenamente como una dimensión constitutiva de la predicación del Evangelio» EL MENSAJERO DIARIO ha dicho desde su creación que informamos con objetividad pero no somos independientes pues trabajamos detrás de un proyecto de país más justo, solidario y democrático.  En este sentido hacemos nuestras las palabras de las Hermanitas de la Asunción:“Las situaciones de injusticia que oprimen a los pueblos son para nosotras un fuerte desafío que nos compromete a: Vivir con y trabajar en solidaridad con los empobrecidos. A optar por el pobre. Analizar la realidad desde el punto de vista de los pobres. Trabajar con otros en grupos y organizaciones que promuevan la vida y la dignidad de las personas, y con los que trabajan por un cambio estructural y por la transformación del mundo. Denunciar las injusticias, las estructuras de opresión, y los sistemas políticos y económicos que las sostienen. Denunciar las desigualdades crecientes entre el Norte y el Sur. Trabajar con otros en el desarrollo de estructuras capaces de proteger el medio ambiente. Trabajar en la promoción de la no-violencia.”  Que esta celebración sirva también como ejemplo de vida y compromiso en cada uno de nosotros.HUGO OSVALDO GARCIADIRECTOR EJECUTIVO.