El mural, realizado por el artista plástico Diego Perrota, está compuesto por 20 imágenes, que son rostros de desaparecidos, que remite a las clásicas fotografías en blanco y negro pero esta vez en color.La obra, cuyo tamaño es de 16 metros por 80 centímetros, estará en el hall central de la Sindicatura General de la Nación hasta el 14 de abril. Está hecho en acrílico sobre tela.Los 20 rostros representan el conjunto de los 30.000 desaparecidos a partir de la inclusión de 20 palabras entre las que se encuentran «Sueños, militancia, ideología, amor, justicias, lucha, solidaridad, memoria y cambio».En diálogo con la prensa el autor expresó que «fue muy importante y muy emotivo concretar esta serie de pinturas», y consideró que «conceptualmente es muy importante que se haga en la Sindicatura en referencia al Día de la Memoria».»Trabajamos a partir de un registro de archivos de fotografías, de retratos de desaparecidos reales», explicó Perrotta, quien señaló que «en el arte visual, el arte plástico, se trabaja la memoria a partir de la imagen y mediante la pintura lo que se genera son documentos de época que va a quedar en nuestra sociedad como una conmemoración a los desaparecidos».De esta forma, sostuvo el artista, «las generaciones futuras va a tener en lo que es la colección del pueblo un mural de estas características».El intenso color que eligió Perrotta para recordar a los desaparecidos tiene como objetivo dejar a un lado la nostalgia y destacar el compromiso con un futuro mejor.De la inauguración participaron el síndico de la Nación, Daniel Reposo; el secretario de Cultura, Jorge Coscia; el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde; la subsecretaria de Promoción de Derechos Humanos y Género de la Nación, María Perceval.También estuvieron presentes el presidente de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), Guillermo Borger; el curador de la obra y director del Espacio de Arte AMIA, Elio Kapsuk; el autor, Diego Perrotta; y el presidente de la Agencia Télam, Martín García.Reposo, en su discurso, sostuvo que el mural permite «trabajar conceptos, que venimos elaborando desde el Gobierno Nacional» como así también «permite evolucionar y crecer».La obra, consideró Reposo, representa «a los jóvenes que simbolizan un ideal, la lucha, la militancia, el querer transformar la Argentina», en tanto que consideró que es necesario «instalar el concepto de memoria para que haya Justicia y tengamos un país más justo y más igualitario».Por su parte, el secretario de Cultura expresó que «no hay que aflojar un solo día en la construcción de Memoria, Verdad y Justicia» y señaló que debe ser «una lucha infatigable».En ese sentido, Coscia remarcó que «utilizar el arte como herramienta es una de las mejores formas de homenajear a los desaparecidos».El secretario de Derechos Humanos, en tanto, expresó que cuando se habla de «memoria y desparecidos» también se está hablando de «violación sistemática a los derechos humanos».Y subrayó «la importancia que tiene el uso del color en la transmisión de fuerza y alegría», elogiando así el estilo elegido por Perrotta.»La memoria hay que construirla, es un discurso narrativo que parte de las historias individuales para llegar al horror colectivo que significó la última dictadura», explicó Duhalde, quien consideró también que «la memoria es un combate, un combate contra los que preconizan el olvido».Al respecto, el funcionario nacional señaló que «en la construcción que significa la memoria, el arte es esencial», al tiempo que recordó que «la dictadura buscó invisibilizar los desaparecidos y esta muestra es la contracara».Kapszuk en su intervención consideró que «recordar es volver a pasar por el corazón» y aseguró que «el mural viene a dejar un testimonio».Por último, María Perceval aseguró que «el Estado no es neutro, es un proyecto político que se traduce en políticas públicas concretas».