Turismo

Turismo, oportunidades e inclusión

La connotación económica del turismo y su aporte a las comunidades locales es innegable y depende de los actores involucrados en dichos procesos poder mezclar el beneficio económico con la distribución equitativa, la exposición de los atractivos con la revalorización de los pueblos.

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A pesar de los derechos ganados muchos siguen creyendo que la política turística puede enmarcarse dentro de la política económica y tomar sus decisiones al ritmo de ella. Esta idea conservadora debe considerarse obsoleta en un sector pensado para motorizar la inclusión e integración cultural de un país. Argentina ha luchado estratégicamente en la última década  para democratizar los viajes y  el ocio, como lo hizo Perón y como lo hace Cristina, crecemos con la gente adentro.

La connotación económica del turismo y su aporte a las comunidades locales es innegable y depende de los actores involucrados en dichos procesos poder mezclar el beneficio económico con la distribución equitativa, la exposición de los atractivos con la revalorización de los pueblos. El turismo nace y vive en relación directa con todos los parámetros condicionantes que rigen la conducta humana, y el dinero es uno de ellos. Las políticas monetarias, fiscales o laborales influyen en las políticas turísticas y fundamentalmente en el rol que desempeñan las personas abocadas a una actividad de volatilidad extrema ante los cambios en paradigmas sociales.

La actividad turística es receptora de divisas, creadora de riquezas y empleo, lo cual debe ser aprovechado en las planificaciones de desarrollo regional. Las ciudades deben entender que el mayor aliado para disfrutar de estos beneficios es el largo plazo, el posicionamiento de un destino a nivel nacional permite que el círculo sustentable comience a girar integrando los recursos humanos necesarios. El objetivo del desarrollo turístico se fundamenta en propiciar las condiciones necesarias para el crecimiento de la renta, la generación de fuentes laborales y el aumento de los ingresos en moneda extranjera que permitan garantizar otras medidas en pos de mejorar el equilibrio social.

El desafío argentino es  apostar al turismo como posible herramienta de financiamiento en el desarrollo competitivo de zonas vulnerables. La convivencia de viejos modelos, destinos y productos dentro de una misma localidad, con otros novedosos y emergentes, tiene que ser sustentable y encuadrarse en un trabajo asociado de las partes.

Pensando en el marco específico de Argentina, el turismo tiene que cumplir un papel preponderante como incentivo al desarrollo de regiones y ciudades. Tomar el ejemplo de los últimos 14 años, escuchar a nuestra Presidenta cada vez que nos habla de este tema e interpelar con proyectos desde la militancia es la manera de soñar con un sector turístico que sirva de herramienta a los que menos oportunidades tienen.