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La Virgen de Guadalupe hace bailar a Sucre

La Entrada Folclórica, que hoy alcanza su punto máximo, mueve a unos 6.000 danzarines, que esperaron con ansias este momento para demostrarle su fe y devoción a la Virgen de Guadalupe, patrona de los chuquisaqueños.

La multitudinaria celebración conmueve a la ciudad.

El convite de la pasada semana dejó un hecho que corregir: «la borrachera». Según directivos de la propia asociación, ese día, un 5 por ciento del total de los danzarines ingresó con algún grado alcohólico.

Tras ese «sinsabor», la asociación tomó los recaudos y advirtió a los fraternos que si hoy incurren en «excesos», sus agrupaciones serán sancionadas con una multa económica o la suspensión de uno a dos años.

El inicio de la fiesta fue a las 8:20, y la conclusión, a las 24:00. Para evitar retrasos y «baches», se contrató personal que portará banderines de tres colores: verde supone regularidad; amarillo, retraso, y rojo, sanción. Hoy desfilan 53 agrupaciones afiliadas a la Asociación de Conjuntos Folclóricos.

El control estuvo a cargo de 200 policías de diferentes unidades y 150 trabajadores de las direcciones de Seguridad Ciudadana de la Gobernación y la Alcaldía, en coordinación con la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, el Servicio Departamental de Salud y la Fiscalía, entre otras instituciones.

AL RITMO DE MILES

Se estiman que hoy ingresarán a la entrada folclórica de 5.000 a 6.000 bailarines, con 50 integrantes como mínimo y 500 como máximo por agrupación, a decir de Juan de Dios Martínez y Marcelo Janco, representantes de la Asociación de Conjuntos Folclóricos.

Con 300 bailarines locales y 200 del interior, Caporales San Simón se constituye en una de las fraternidades más numerosas. Muy cerca está la Morenada Sensación Intocables con 350 miembros, muchos de ellos llegados de Potosí, Cochabamba, La Paz y Santa Cruz.

Pero no es sólo eso: los Intocables también quieren destacar con la música. Trajeron dos bandas de 100 integrantes de La Paz: la Señorial Intocable y la Operación Intocables.

Su director, Cristian Soliz, expresó que el esfuerzo para traer semejantes bandas de músicos se cuantifica en 18.000 dólares, un presupuesto muy alto que vale la pena porque se trata de la Mamita Gualala, según sus palabras.

HISTORIA Y DEVOCIÓN

La Virgen de Guadalupe, considerada la Patrona de los chuquisaqueños, constituye un emblema de la fe católica para la población.

Por los antecedentes históricos que recogió la Alcaldía en una publicación, esta manifestación religiosa se remonta a principios del siglo XVII.

La imagen está sobre una plancha de oro en el centro y una plancha de plata en el manto, mostrando el rostro y las manos de la Virgen y el Niño Jesús; en ellas, posteriormente, se fueron prendiendo las distintas joyas obsequiadas por los fieles.

El año 1812, se estableció entre la Iglesia y la Real Audiencia una fiesta perpetua en honor a la Virgen de Guadalupe.

Rosario Sandoval es una fiel devota de la Gualala. «Quien la ve a la Mamita, llora», dice, muy convencida. Recuerda que la festividad implica tres actividades principales: la prenovena, en la que se escucha misa y luego se cantan coplas en quechua; la novena grande y la roma chica. «Prácticamente le dedicamos 27 días, cada año», añade.

Sandoval también considera que la Virgen de Guadalupe «es la protectora de Sucre». «Ella no siempre nos da lo que nosotros le pedimos, nos da lo que cree que necesitamos», razona.

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LA TRADICIÓN

Antes, la festividad de la Virgen terminaba con una ceremonia religiosa en la Capilla del Abra, ubicada sobre la carretera Sucre-Tarabuco.

En ese lugar, bailaban los t’anta morenos, llamados así por su atuendo, sencillo en comparación con la morenada de Oruro.

Según el tradicionalista chuquisaqueño Luis Ríos Quiroga, los t’anta morenos, en coreografía, personajes y música, son completamente distintos de la morenada de hoy.

Por ejemplo, añade, entre los personajes están el gallo, el tigre, el mono y el viejo, que emplea un lenguaje mímico con obscenidades; desde luego, están los 24 diablos, el Arcángel Miguel y la china supay. La fiesta es acompañada con sicuris.

«Las autoridades de cultura debieran estimular principalmente las coplas y los t’anta morenos, que son nuestra identidad», reflexiona Quiroga.

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MENSAJE DE LA IGLESIA

Pese a que la fiesta religiosa tuvo su punto culminante el 8 de septiembre, el arzobispo de Sucre, monseñor Jesús Pérez, llamó al pueblo a aprovechar este momento pidiendo por la unidad en la Iglesia, en el mundo y las familias. «Ella, que es la Madre amada de Chuquisaca, que ha sabido ser serena y equilibrada, nos conceda la paz a nuestros corazones», dice al referirse a la Virgen de Guadalupe.

El 15 de agosto, inició la fiesta de la asunción de María a los cielos con los cultos en honor a Santa María de Guadalupe. Primero en su Santuario, la Capilla de Guadalupe, y a partir del 30, en la Catedral, con la tradicional Novena, nueve días de reflexión y oración para una renovación espiritual y humana.

Monseñor Jesús Pérez añade que el pueblo chuquisaqueño, al igual que la Iglesia toda, ha sabido recurrir, siempre, a la protección de la Virgen de Guadalupe.

«Estos cultos en honor a la Virgen de Guadalupe nos ayudarán a afianzar más y más nuestra confianza en la intercesión de la Madre de Dios y madre espiritual de todos. Invocamos y acudimos a la Virgen, pues como dice San Buenaventura, es fuente de gracia que refresca el alma sedienta y la hace fecunda en frutos de justicia», sostiene el prelado, que justo el 8 de septiembre, día de la natividad de la Virgen, celebró 25 años de ordenación episcopal.