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Se acerca el rescate de los 33 mineros chilenos

Luego de que la perforadora 130, más conocida como el Plan B, lograra acercarse donde se encuentran los 33 mineros encerrados en la Mina San José elmensajerodiario quiere acercar a sus lectores la visión de algunos de los medios del país hermano para que sean ellos los que aporten su visión de este momento.

Portada El Mercurio.

Adjuntamos las tapas de varios periódicos.

El Mercurio Chile

La evacuación de los atrapados en la mina San José comenzaría el miércoles:Después de 33 días de perforación se completa túnel por el que emergerán los 33 mineros

La perforadora T-130 llegó a las 8:05 de la mañana de ayer a 622 metros de profundidad. El equipo de rescate determinó encamisar sólo 96 metros, lo que implicará que los trabajadores al salir atravesarán 526 metros de roca viva. 

M. FERNÁNDEZ, A. IBARRA y A. ROJAS COPIAPÓ.- «¡Ahí vemos la nariz! ¡Ahí vemos la nariz!».

Desde el taller de la mina San José, a 622 metros de profundidad, el minero Florencio Ávalos gritaba a través de un sistema de citofonía la frase que, junto a sus otros 32 compañeros, esperaba pronunciar desde que el 5 de agosto quedaron atrapados en el fondo del yacimiento.

Por la perforación de 12 pulgadas de diámetro que había hecho la máquina T-130 en su primera pasada ahora era posible ver sin problema la nariz del martillo que venía ensanchando el ducto para alcanzar las 26 pulgadas. Las mismas que les permitirán salir a través de las cápsulas Fénix fabricadas por Asmar.

Eran las 7:52 horas y la señal de Ávalos desató, en la superficie, los abrazos de las autoridades y de los 28 operarios de Geotec, la empresa a cargo de la faena. Cada movimiento en el pique era seguido a través de un sistema de imágenes.

Junto a la máquina estaba Abraham Pino, quien se define como «un simple conductor de camión, que ayudó a abastecer las máquinas de combustible». Apenas vio lo que pasaba, tomó el celular y marcó el número de los familiares de los hermanos Florencio y Renán Ávalos. «Ya estamos listos», les dijo y cortó.

Mientras la noticia comenzaba a expandirse entre los familiares de los mineros en el campamento Esperanza, Ávalos se volvió a comunicar con la superficie. «Sé que están a 25 centímetros, ¿por qué pararon?», preguntó, interrumpiendo los abrazos. «¿Cómo lo sabe?», replicaron desde la superficie. Los mineros midieron con varas de coligüe los avances del martillo toda la noche. Así lograban saber cuán cerca estaba con total precisión.

Quedaba el último tramo, y la T-130, al mando del experimentado perforista norteamericano Jeff Hart, continuó su avance. Había que ser delicado. Si la perforadora pasaba de largo, podría quedar atrapada y atrasar el rescate seis horas más.

«Este gringo tiene muy buena mano», es la referencia que hace de Hart Pedro Buttazzoni, presidente de Geotec. Lo había demostrado 12 horas antes, cuando las dificultades para bajar el martillo para reiniciar la perforación habían obligado a hacer sutiles maniobras para acomodarlo adecuadamente.

«¡Baja un poco, baja un poco!», señalaban a través del citófono «los 33″. Eran las 8:05 cuando el martillo finalmente penetró totalmente el techo del taller. Hart detuvo el gigantesco taladro una vez que había traspasado en 40 cm su blanco.

La pantalla mostraba los saltos y abrazos de los atrapados. El ducto hacia su libertad, luego de 33 días de perforaciones, estaba finalmente abierto.

Sería sólo el comienzo de una larga jornada de trabajo para los mineros. Mientras la T-130 replegaba su brazo, prepararon la operación de «desquinche», una explosión controlada que se efectuó a las 16 horas para ensanchar la galería y facilitar el paso de la cápsula de rescate.

En paralelo, en superficie se decidían los pasos a seguir, a partir de las observaciones realizadas en todo el túnel. «Este ducto no requiere ser encamisado en forma completa», informaría más tarde el ministro de Minería, Laurence Golborne.

En total, 16 tubos de seis metros protegerán el ascenso de la cápsula en los 96 metros más cercanos a la superficie, pues se detectó que en esa área puede haber alguna «piedrecita que se pudiera soltar».

El encamisado comenzaba anoche y durará un día y medio. Luego, por 48 horas se armará el sistema que izará a los mineros a la superficie «en torno al día miércoles». De ser así, el próximo viernes, tras 71 días de encierro, todos los mineros volverán a ver la luz del sol.

 De Afganistán a la mina: el hombre que guió la T-130COPIAPÓ.- Llegó a la mina San José directo desde Afganistán, donde hacía perforaciones en busca de agua para el Ejército de Estados Unidos. Pese a venir de un país en guerra, asegura que estos 33 días en Chile han sido «los más emocionantes de mi vida, es lo más importante que he hecho en mi vida… Esto lo voy a celebrar eternamente». Jeff Hart, oriundo de Denver (EE.UU.), padre de dos hijos, fue el hombre que operó la Schramm T-130 en los tramos finales. Lo escogieron por ser el más experimentado del equipo: de sus 40 años, ha dedicado 25 a manejar máquinas perforadoras.

«Estaba tenso, porque cualquier error podía estropear toda la operación», cuenta el técnico, que fue saludado como un héroe por las familias en el campamento Esperanza. Se sacó fotos y repartió abrazos y besos.

Hart tomó el mando de la perforadora 36 horas antes del «rompimiento», sin detenerse. «Eres el mejor trabajador que he conocido», le dijo uno de sus compañeros, Gregory Hall. Finalizada la perforación, llamó a su casa con su BlackBerry: «Me felicitaron, estaban orgullosos de mí y de lo que logramos».

Gritos, bocinazos y alegría en el campamentoCOPIAPÓ.- El reloj marcaba las 8 de la mañana cuando, en medio del campamento Esperanza, un periodista de TVN gritó fuerte: «¡Rompieron!». Tanto la prensa como los familiares de los 33 mineros ya sospechaban que la perforadora T-130 había llegado a los 622 metros. A un kilómetro, donde se hallan las faenas, los técnicos y rescatistas daban señales positivas con aplausos y abrazos y todo se trasmitía por la TV en los comedores de esta especie de ciudadela. Pero el anuncio a viva voz en medio del campamento dio origen a una escena caótica y a un atronador griterío.

La prensa que se hallaba esperando desde la madrugada comenzó a correr en todas las direcciones en busca de las primeras reacciones de los familiares. Un enredo de cables de las cámaras de televisión dejó a varios reporteros en el suelo. El payaso Rolly, que se ha hecho famoso por animar el campamento, se paseaba de un lado a otro agitando desenfrenadamente una bandera chilena.

La gente se subió a sus autos y comenzó a tocar una y otra vez la bocina. La emoción invadió a los familiares de los trabajadores, que a esa hora eran muchos menos que los periodistas. La esposa del minero Mario Gómez, Lilliam Ramírez, se abrazaba con su hija Lilianett en medio de llantos.

«¡Cuidado, cuidado! ¡Calma por favor!», gritaba alguien en medio de la algarabía para apaciguar los ánimos. El desenfrenado festejo duró unos 30 minutos.

La escena se repitió a mediodía, cuando una perforadora T-130 de repuesto salió de la mina y produjo un tremendo escándalo al pasar en medio del campamento. Los trabajadores aprovecharon de regalar camisetas blancas con la inscripción «rescate 33″.

ALEGRÍA

El cerro de las banderas fue el epicentro de los festejos encabezados por los familiares.

«¡Stop machine!», le gritaban al perforista; «Ya, ya pasó 40 cachos», alertaban desde el piqueCOPIAPÓ.- «¡Stop machine, stop machine!», gritaba el operador bilingüe al perforista extranjero que maniobró la máquina en los últimos metros.

«Ya, ya, okay, okay, ya pasó 40 cachos (centímetros)», gritaba Florencio (Ávalos), desesperado, y el técnico bilingüe le tocaba el hombro al operador de Geotec (Jeff Hart) para decirle: «¡Stop machine! ¡Stop machine!». Es el relato emocionado de Pedro Gallo, un testigo directo del histórico momento en que la perforadora rompió en el techo del taller en la mina San José.

Florencio Ávalos y Luis Uribe dirigieron desde abajo la maniobra. Y Gallo fue protagonista directo, desde la superficie, donde estaba «a prueba» el casco que usarán los mineros para ascender a la superficie y que fue diseñado por él en conjunto con un equipo de la división El Teniente.

Pedro Butazzoni, presidente de Geotec, explicó que «cuando quedaban 20 metros nos constituimos junto a la máquina, viendo que avanzara sin problemas. Hubo algunos problemitas, pero la buena operación hizo que llegara sin problemas».

«Juan Illanes nos fue ayudando a monitorear el avance para que la sonda no entrara en todo el taller, sino que sólo 40 centímetros, que es lo que queríamos», agrega Butazzoni.

En la superficie, un numeroso grupo de personas acompañaron el trabajo de un equipo de 12 técnicos y operarios, chilenos y extranjeros, e indispensables operadores bilingües. En el pique, los mineros Ariel Ticona y Pedro Cortés habían implementado el sistema de monitoreo con el cable dispuesto para el citófono que los comunica con la superficie.

Cantaron el Himno

Ticona y Cortés recibieron instrucciones para manejar la cámara con un trípode, a 7 metros de la bajada del pozo. En la superficie, el operador contaba con un monitor, en el que iba viendo minuto a minuto lo que iba saliendo. «Así vio salir la puntera, ve el martillo que estaba asomando», comentó Gallo, mientras se escuchaba en el pique «la alegría de los viejos». Gallo explicó que «estaban todos, todos, con sus banderas; cantaron el Himno Nacional», agrega Gallo.

El estadounidense Jeff Hart paró la máquina en medio de los festejos y alivio de todos los presentes. «Era muy importante que no pasara de largo», recuerda Gallo.

«Me quedé por canal interno con Florencio Ávalos. Me dijo que estaba todo bien, impecable, que esperaban nuevas instrucciones. Ahí les avisé que debían retirarse de la zona, porque iba a comenzar un desvaste (retiro de aguas residuales). Me explicaron que regresaban al refugio de la mina y que estaban contentos, muy felices», termina Gallo.

Atrapados inician dieta especial para la evacuaciónPara preparar el ascenso a la superficie, los mineros ya están realizando una dieta especial, diseñada por el equipo de rescate, a partir de los consejos que entregaron, al principio de la operación, los expertos de la Nasa que visitaron el país.

El propio minero Yonni Barrios se está encargando de controlar la presión arterial de sus compañeros.

«(Están) un poco más ansiosos, muy deseosos de que esto termine, contando las horas en forma regresiva. Creo que tenemos pocas garantías de que sigan durmiendo bien», explicó el ministro de Salud, Jaime Mañalich, en la mina San José.

Añadió que el primer grupo que saldrá (el de los «hábiles») será conformado por «hasta cinco» mineros. Le seguirán otros 10 más disminuidos físicamente (los «lábiles») y luego los demás.

La Tercera –  Chile Expertos inician encamisado de primeros 96 metros del ducto para concretar rescate de los 33 minerosLa operación tomará cerca de un día y medio, por lo que se espera iniciar las tareas de rescate alrededor del día miércoles.

A las 08:10 se dio inicio al encamisado de los primeros 96 metros del ducto perforadado por la sonda T-130, el llamado plan B, y a través del cual alrededor del miércoles, según los calculos de las autoridades, se iniciaría el rescate de los 33 mineros atrapados en la mina San José.

El jefe de las tareas de rescate, André Sougarret, señaló esta mañana que cerca de la medianoche el proceso de encamisado «partió con todo lo que es el trabajo de posicionamiento de las tuberías, y estamos en estos momentos ya iniciando ya el proceso de bajada de la primera tubería».

«El pozo fue entregado a la medianoche, así que esperamos en las próximas 24 horas terminar ya el posicionamiento total de las cañerías», manifestó.

Asimismo, recordó que «siempre tenemos la posibilidad de que ocurran contingencias, entonces el plazo planificado, la verdad es que vamos a esperar a que esto suceda en forma normal por las próximas 24 horas».

A diferencia de lo ocurrido ayer, cuando a esta hora el campamento Esperanza bullía de emoción tras el esperado rompimiento, esta mañana se vive con mayor tranquilidad.

La decisión de realizar un encamisado o «casing» parcial se tomó ayer, luego que los expertos encargados de las operaciones de rescate realizaran una exhaustiva revisión del ducto.

En concreto, se reforzarán hasta los primeros 96 metros del ducto hacia abajo, lo que demoraría un día y medio, y luego se destinarían unas 48 horas más para instalar la estructura por la cual descenderá la cápsula metálica «Fénix» con un equipo de rescate.

Ayer, el ministro de Minería, Laurence Golborne, manifestaba que «estamos definiendo la fecha probable del rescate en torno al día miércoles. El miércoles de esta semana esperemos poder iniciar este proceso de forma ya concreta».