Según un comunicado de La Alameda, la marca Soho tiene denuncias por “trabajo esclavo y talleres clandestinos” y por la causa que enfrenta su titular por el “contrabando” de autos de alta gama y el armado de las concesionarias Machines, en sociedad con el ex secretario presidencial Fabián Gutierrez, y ahora “prepara un vaciamiento acelerado y fraudulento de la empresa para licuar sus deudas, renacer con otro nombre y seguir lavando activos, mientras deja a sus trabajadores en la calle”.
Como consecuencia, los trabajadores de su empresa marcharán hoy, a las 15, al Ministerio de Trabajo para evitarlo y pedir la intervención de esa cartera. Y están dispuestos a “desenmascarar” todos sus negocios “turbios y complicidades políticas y judiciales”.
La marca de ropa SOHO, con una importante red de locales de ropa en shoppings y las principales ciudades del país, nunca dejó de confeccionar sus prendas en talleres textiles “clandestinos donde se esclaviza a inmigrantes sin documentación”, señala la Alameda y agrega haberlo demostrado en una cámara oculta realizada a fines de diciembre. Además este hecho se denunció ante la AFIP, y además sobre SOHO ya pesa una denuncia penal iniciada en 2007 por el Gobierno de la Ciudad, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad y la Fundación Alameda.
En este sentido consideran que “no sólo existe aún hoy una descarada impunidad judicial para los dueños de SOHO, Nelson Alejandro Sanches Alterino, Hermes Raúl Provenzano el apoderado de la marca, y Sofía Gabina Verón presidenta de la marca de ropa (quienes en su momento fueron citados a indagatoria por el fiscal Patricio Evers); ahora los empresarios quieren borrar las pruebas del delito y sacarse de encima a sus propios empleados porque fueron ellos mismos quienes aportaron pruebas y declararon en la justicia federal respecto a que SOHO terceriza toda la confección de su ropa en talleres esclavos de Capital federal y en Provincia de Buenos Aires”. “Para darse a la fuga y evadir sus responsabilidades, el dueño de SOHO, Nelson Sánchez Alterino, está endeudando la empresa al punto de presentar una quiebra fraudulenta. Lo que dejaría en la calle a 400 trabajadores”, explican y añaden que “el dueño de SOHO fue denunciado en el 2007 en conferencia de prensa desde la Jefatura porteña pero el juez federal Norberto Oyarbide se las ingenió para desligar a los dueños de SOHO con la esclavitud en los talleres y argumentó ‘que no hubo aprovechamiento de los inmigrantes en situación irregular de su documentación porque se trata de un grupo humano que tiene las costumbres Ayllu que funciona como una cooperativa con ayuda mutua donde comparten gastos y ganancias’”. El repudió social al fallo de Oyarbide por diversos sectores políticos, académicos, y de derechos humanos fue de tal magnitud que la Cámara de Apelaciones revirtió la turbia sentencia de Oyarbide que benefició a los esclavistas dueños de SOHO que aún siguen siendo investigados en la justicia federal. Una frase que algunos jueces federales y funcionarios están lejos de entender, no así el conjunto de los trabajadores de SOHO, que lo colocaron en sus remeras: “La justicia no se compra ni se pide de limosna; si no existe, se hace”. Video de la Alameda sobre el tema: http://www.youtube.com/watch?v=WbI-pz7MaPM
