La acusación de que el radicalismo “golpeaba la puerta de los cuarteles” fue siempre una frase con que se zanjaba muchas discusiones entre los sectores populares, peronistas o no, y los boinas blancas.Ayer en su alegato Rafael Videla puso sobre la mesa esa verdad no verificada al mismo tiempo que definió el papel de la sociedad civil en el cruento golpe del 76.Al señalar que  esta “guerra” contó con la adhesión de la ciudadanía, “por lo que resulta falso decir que fue un resultado del enfrentamiento armado entre grupos antagónicos: Fue la sociedad argentina la principal protagonista de la guerra.” definió, con la fuerza que le da ser el máximo referente y responsable del mismo,  el clima vivido en esos aciagos días.Por otro lado contó  un encuentro con el dirigente radical ya fallecido Ricardo Balbín. “Un mes y medio antes de iniciado el Proceso de Reorganización Nacional, el doctor Balbín me invitó a una reunión privada. Me expresó el riesgo de la situación caótica que vivía el país y me preguntó: ‘Frente a esta situación, ¿van a dar el golpe o no?’. Le respondí que si por dar el golpe entendíamos fecha y hora de su ejecución, no había golpe pero, para evitar ser sorprendidos por los acontecimientos, habíamos tomado contacto con dirigentes y habíamos logrado esbozar algunas ideas básicas para hacer frente a la coyuntura. Me interrumpió y me dijo: ‘Si esto es así, háganlo cuanto antes, evítenle a la República una larga agonía. No pretendan el aplauso de un viejo dirigente político frente a la interrupción del orden constitucional, pero estén seguros que tampoco sembraré piedras en el camino”, recordó.Las declaraciones de Ernesto Sanz, titular de la UCR, definiendo las declaraciones del dictador como “perversidad” no modifican la aseveración de Videla.“La declaración de Jorge Rafael Videla contra Ricardo Balbín , más que grave, es una perversidad fenomenal. Nunca antes Videla había dicho esto y lo manifiesta después de muchos años, en el marco de un juicio en el cual se ha juzgado, precisamente, lo que fue un plan sistemáticamente urdido, no por una coyuntura, sino con la idea deliberada de perpetrar un golpe para acceder al poder”Esta reacción de la máxima autoridad radical no podrá disimular la memoria popular sobre el rol del radicalismo en los golpes militares ni hacer olvidar el discurso del líder de la UCR cuando en tono pregolpista le pidió a la Presidenta, Presidenta electa por la voluntad electoral de mas del 50 % del electorado, que “abriera la ventana del gobierno para dejar entrar aire puro”.Estas actitudes históricas del centenario partido hoy encuentra su correlato en algunas expresiones vertidas durante el conflicto del campo por algunos dirigentes en su doble condición de integrantes de la Mesa de Enlace y luego candidatos por la UCR.