Pese a que la Cancillería de Bolivia negó un conflicto con la República Argentina, por las denuncias de saqueo de militares bolivianos en la frontera con ese país, el canciller argentino Héctor Timerman exigió que el Gobierno de Evo Morales debe proceder “con la restitución de lo robado y un pedido de disculpas”.Una empresa argentina motivó al Gobierno de Cristina Fernández a formalizar la denuncia contra Bolivia por la supuesta irrupción de militares bolivianos en una finca en territorio del país vecino cerca de la frontera común. Los responsables de la invasión robaron maquinaria y agredieron a un trabajador, según la denuncia.La Cancillería boliviana intentó minimizar el hecho y el viernes emitió un comunicado oficial que textualmente decía: “Al respecto, esta Cancillería desea manifestar que no existe ningún problema de límites con la hermana República de la Argentina y ante cualquier situación que se hubiere producido en la zona fronteriza, ésta será inmediatamente reconducida, a través de las acciones que correspondan”.Pero el canciller argentino declaró que su despacho elevará “una protesta formal al Gobierno boliviano” si “no hay una solución satisfactoria para Argentina”.Pese a la buena relación bilateral que une a los gobiernos de Argentina y Bolivia, la violación de la frontera sufrida en el norte salteño estuvo lejos de pasar desapercibida para la Casa Rosada, según el diario El Tribuno de Salta.El Canciller Timerman expresó la “preocupación” de su Gobierno “porque nosotros venimos hablando con Bolivia desde hace varios meses (sobre este problema)”.“Acá hay un señor, que es el coronel Willy Gareca, que no reconoce los acuerdos firmados entre los gobiernos, eso es simple y claro”, dijo. “Yo hablé con el gobierno boliviano, ellos no consideran que haya un problema fronterizo y el señor Willy Gareca considera que la frontera está mal trazada. Lo que le estamos pidiendo a Bolivia es que le imponga sanciones al militar y lo retire de la zona. No puede ser que haya un militar boliviano que no reconozca las fronteras delimitadas por los gobiernos”, dijo el jefe de la diplomacia argentina.Timerman recordó que “el 2 de septiembre en Bolivia le pregunté al canciller David Choquehuanca si había algún problema en la demarcación limítrofe y me respondió que no. Yo le dije: ‘Es que hay un coronel que dice que hay problemas’. ‘Está equivocado’, me aseguró Choquehuanca, a lo que yo repliqué: ‘Entonces que no pase por la frontera’”, recordó en tono molesto Timerman.La embajadora de Bolivia en Buenos Aires, Leonor Arauco Lemaitre, anunció en la víspera que el jefe de Frontera del Ejército de Bolivia, teniente coronel Willy Gareca, sindicado como el promotor de las violaciones, fue relevado de su cargo.“Este oficial fue trasladado a la ciudad de La Paz para iniciarle un sumario del que -sostuvo- derivarán sanciones ejemplificadoras”, dijo la embajadora Arauco.La diplomática insistió que “el comandante Gareca ha sido replegado a ciudad de La Paz, donde se le ha iniciado un sumario informativo, del cual resultarán sanciones ejemplificadoras” y adelantó que “a principios de la semana próxima la Comisión de Límites de Bolivia estará trabajando en la zona, investigará y elevará un informe”. El Canciller Timerman dijo que la responsabilidad del Gobierno boliviano en el incidente es “total y absoluta”.El hecho fue denunciado por la empresa argentina forestal Volcán SAL, de Salta, en la zona cerca de la frontera con Bolivia.Miembros de esta compañía denunciaron que un grupo de 50 militares del Ejército boliviano ingresó en forma ilegal al territorio argentino, irrumpió en sus instalaciones, robó bienes y después se dio a la fuga. “Es inadmisible. Es grave, son todos graves estos incidentes, porque hay robo y agresión”, dijo el viernes el Canciller Timerman, luego de que el dueño de una hacienda de la localidad de Orán, en la frontera con Bolivia, denunciara que militares bolivianos armados se llevaron maquinarias y agredieron a un trabajador, siempre en la versión del Tribuno de Salta.