«Argentina perdió un gladiador, un hombre que se la jugó siempre, que la sacó del pozo. Tuve poco contacto con él, pero me pareció siempre alguien que se la jugaba por sus ideales», dijo el ex DT de la selección. 

Maradona había entrado a la capilla en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa Rosada   y se fundió en un abrazo con la presidenta Cristina Kirchner.

«El Che Guevara es mi ídolo y Kirchner tenía muchas cosas del Che Guevara. Ahora que Cristina siga adelante, que estamos con ella. Quiero que Cristina los pelee a los que están en contra como los peleaba Néstor», dijo el ex jugador del FC Barcelona de España y del Nápoles de Italia.

Maradona llegó al velatorio acompañado de su novia Verónica Ojeda y fue recibido con un aplauso cerrado ante la muestra de cariño a la mandataria.

El ex entrenador de la selección argentina recibió el saludo de muchos de los presentes y se colocó frente al féretro, escoltado por la viuda y los dos hijos del ex mandatario.

Maradona forjó una relación cercana con los Kirchner, quienes lo respaldaron cuando la Asociación del Fútbol Argentino decidió despedirlo luego de la eliminación del Mundial de Sudáfrica por Alemania en cuartos de final con una humillante goleada de 4-0.

A mediados de setiembre, mantuvo una reunión con Néstor Kirchner en la residencia presidencial de Olivos (periferia norte de Buenos Aires) durante la cual le obsequió al ex presidente una casaca de la selección argentina con su firma.

En la capilla ardiente, cerca de Maradona se encontraban los mandatarios Rafael Correa de Ecuador, José Mujica de Uruguay, Sebastián Piñera de Chile y Evo Morales de Bolivia.

Miles de personas despedían en la jornada los restos de Kirchner, que serán trasladados a su provincia natal de Santa Cruz  para su sepultura.