El presidente Javier Milei inauguró este sábado las 143º sesiones ordinarias del Congreso con un discurso centrado en la economía y la seguridad. Con seguidas interrupciones de sus aplaudidores defendió su gestión y lanzó la campaña electoral.
Entre otras cuestiones anunció un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para salir del cepo cambiario y convocó al Congreso a acompañarlo en su agenda de reformas. La Asamblea Legislativa se realizó con un recinto semivacío debido a la ausencia de la mayor parte de la oposición.
El mandatario llegó al recinto escontado por decenas de manifestantes y el ruido de las cacerolas tapó la música elegida para su llegada, aunque la transmisión evitó mostrarlo, al igual que a los escaños vacíos. También recortó las imágenes de la vicepresidenta Victoria Villarruel y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
El momento más polémico se dio ante la intervención del diputado radical Facundo Manes quien mostró la constitución y desató la ira del mandatario.
Posteriormente, al salid fue amenazado por el asesor presidencial Santiago Caputo, a quien denunciará en los próximos días. Según és es “el hombre más poderoso de Argentina, que maneja la SIDE, la AFIP y los trolls”.
Al contar cómo había sido el episodio ocurrido en los pasillos del Congreso tras el discurso del presidente Javier Milei, el legislador contó que mientras Caputo lo amenazaba, Fran Fijap, quien lo acompañaba, fue quien lo golpeó.
En un clima enrarecido para lo que suele ser una apertura destacó la baja del déficit fiscal y la reducción de la pobreza. “Pasamos de heredar 15 puntos de déficit consolidado entre el Tesoro y el BCRA, a tener durante nuestro primer año superávit financiero libre de default”, afirmó. Según sus datos, “la pobreza bajó del 56% al 33% de acuerdo al último dato trimestral”, atribuyéndolo a la baja de la inflación, el aumento de los salarios reales y jubilaciones, y la mejora en la Asignación Universal por Hijo (AUH) y el Plan Alimentar.
Milei polarizó con lo que él define como casta y criticó a la oposición. “Si aceptan mi oferta, veré que están dispuestos a involucrarse en lo que el país necesita. Caso contrario, habrán demostrado que el único camino para cambiar el país, es cambiar este Congreso”, señaló. También se refirió a la economía: “Desde abril que la economía no para de crecer y los keynesianos no paran de llorar”.
Entre sus anuncios, planteó una reforma fiscal para reducir la carga impositiva. “Es imperativo llevar a cabo una reforma impositiva estructural, para así reducir en un 90% la cantidad de impuestos nacionales y pasar a tener únicamente seis impuestos”, sostuvo.
En cuanto a seguridad, apuntó contra la gestión del gobernador bonaerense: “Si Kicillof quiere resolver el problema (de la inseguridad) tiene dos alternativas: abandonar esa visión abolicionista y castigar a los criminales; o correrse del camino y dejarnos resolver el problema a nosotros”.
El presidente reafirmó su intención de impulsar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y señaló que está dispuesto a revisar la permanencia de Argentina en el Mercosur. “El primer paso es la oportunidad histórica que tenemos para entablar un acuerdo comercial con Estados Unidos. Es necesario estar dispuestos a flexibilizar o incluso llegado el caso a salir del Mercosur, que lo único que logró desde su creación es enriquecer a los grandes industriales brasileros a costa de empobrecer a los argentinos”, afirmó.
En materia judicial, destacó la presencia en el recinto de Manuel García Mansilla, juez de la Corte Suprema nombrado por decreto, y del resto de los ministros del máximo tribunal. Sin embargo, no estuvo presente Ariel Lijo, quien aún espera una definición de la Corte sobre su pedido de licencia para incorporarse al Tribunal.
El discurso de Milei duró una hora y diez minutos. Solo siete de los 24 gobernadores asistieron a la Asamblea Legislativa. Por segundo año consecutivo, no se permitió el ingreso de fotógrafos a la planta baja del recinto y se restringió el acceso a la prensa.
El presidente llegó al Congreso a las 21 desde Casa Rosada, escoltado por el Regimiento de Granaderos a Caballo, y regresó al finalizar su discurso para cenar con su gabinete. Durante su traslado, el sonido de cacerolazos en protesta contra su gestión se mezcló con la fanfarria oficial y la cadena nacional no enfocó las manifestaciones en su contra.
Mientras que el aplaudidor bloque de La Libertad Avanza estuvo presente en su totalidad. Juntos por el Cambio tuvo asistencia parcial, con algunas ausencias notables entre los legisladores del radicalismo y la Coalición Cívica. La mayoría de los diputados y senadores de Unión por la Patria no concurrieron al recinto. En cambio, la izquierda y otros bloques menores optaron por no asistir como forma de protesta.