Ayer en un mausoleo en Vallegrande, sudeste de Bolivia, se inició la conmemoración de los 46 años de la muerte del guerrillero Ernesto Che Guevara.

Allí, delegaciones de Bolivia, Argentina y Cuba rindieron homenaje al guerrillero en la antigua pista de Vallegrande donde en 1997 fueron hallados sus restos, junto a los de otros seis miembros de su columna.

Ahora está erigido ahí un mausoleo, aunque los restos del Che y sus compañeros de la guerrilla de Ñancahuazú reposan en la ciudad cubana de Santa Clara.

La izquierda conmemora la muerte de Guevara el 8 de octubre como el “Día del guerrillero heroico”, aunque después se supo que tras su captura, el 8 de octubre de 1967, fue ejecutado el 9 y sepultado a escondidas por los militares bolivianos la madrugada del 11 junto a otros seis guerrilleros.

Al respecto, el hermano menor de Che, Juan Martín Guevara, saludó la presencia de militantes de izquierda, especialmente de médicos cubanos en Bolivia, “no como una peregrinación de quien viene (a Vallegrande) a despedir sino como quien viene a inspirarse”.

Presidente de la Asociación por las Huellas del Che, Juan Martín Guevara, anunció la instalación en Vallegrande de “una escuela en la que vamos a colaborar (..) para que sirva como inspiración (respecto) del pensamiento del Che”.

En tanto el cónsul cubano en Bolivia, Noel Quezada, marcó que “estos no son sitios únicamente de peregrinación, sino de aprendizaje”.

“El Che fue asesinado en Bolivia y su vanguardia guerrillera militarmente derrotada, pero en el altiplano triunfó finalmente un movimiento del que forman parte continuadores de su heroico destacamento que lo reivindican como paradigma”, expresó Quezada en alusión al presidente Evo Morales, un socialista confeso.

“Si el Che estuviera hoy con nosotros se sentiría feliz de la América que construimos en estos nuevos tiempos”, enfatizó.

“El Che estaría hoy contento, porque hay presidentes que lo reivindican de la manera que lo reivindican, trabajan en favor de su pueblo”, asintió de su lado un emocionado embajador argentino, Ariel Basteiro.

La ceremonia se desarrolló en el poblado de Vallegrande, una comarca en el sureste boliviano donde el legendario guerrillero fue exhumado en julio de 1997, tres décadas después de ser fusilado y enterrado en una fosa común.

La guerrilla del Che combatió en las selvas del sureste boliviano desde marzo de 1967 hasta octubre del mismo año, en que fue aniquilada tras la captura con vida del mítico guerrillero y su posterior asesinato.