El Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, afirmó hoy, en respuesta a una consulta, que el pliego de Roberto Carlés como ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación “sigue vigente. No se trató (en el Congreso) y sigue siendo el candidato del Gobierno.  El pliego no se retiró y sigue vigente para ser tratado en cualquier momento”, acotó.

Lo expresó en diálogo con  los periodistas, al ingresar a la Casa de Gobierno, luego de referirse a la renuncia elevada ayer por el ministro de la Corte Carlos Fayt, que hoy fue aceptada por el Poder Ejecutivo Nacional.

Expresó que Fayt,  como ministro de la Corte Suprema ha sido “brillante”, dijo que es una “decisión personal” presentar su renuncia con fecha el 11 de diciembre próximo y agregó que la nota que él presentó oportunamente,- cuando era senador-,  “simplemente buscaba averiguar si la idoneidad que lo hizo brillante y reconocido por los ciudadanos argentinos y quienes conocemos el Derecho seguía estando vigente, no buscamos otra razón.  Una forma de mal desempeño es también haber perdido la idoneidad”, acotó.

Recordó que Fayt “fue un militante del socialismo, un hombre muy cuestionador de la política, fundamentalmente de los partidos mayoritarios de la Argentina, del radicalismo y del peronismo. Un grande como fue (el ex presidente) Raúl Alfonsín lo invitó a formar parte de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, por reconocerle valores superiores en términos de su conocimiento del Derecho y su manera de actuar en tal sentido y la tarea que desarrolló en beneficio de los argentinos ha sido ultra importante, reconocida, de una magnitud fenomenal”.

“Esto no significa que en algún momento –agregó- nosotros no pongamos en tela de juicio lo dicho  respecto de su idoneidad” y agregó: “ha sido un ministro brillante de una estatura superlativa, pero a sus 97 años de edad  lo sometían a una tarea que ningún hombre de 97 años de edad está en condiciones de hacerlo, porque por la cantidad de causas que hay en la Corte sería imposible que las leyera, con lo cual tiene que relegar la tarea en una tercera persona, cosa que es imposible que se haga”.

Sostuvo luego que “en algún momento hay que dejado tranquilo, que a los 97 años descanse de la mejor manera y que no tenga que estar sometido a tantas presiones, sin que dejemos de lado la apreciación que hicimos y que yo firmé siendo senador de la Nación, pidiendo que la Comisión de Juicio Político que  averigue o analice para saber exactamente si conservaba su idoneidad; nadie dudaba de la realidad de Fayt, con lo cual vuelvo a hacer el reconocimiento del enorme servicio que le brindó a la patria”.

Sobre la fecha en la que presentó la renuncia, el próximo 11 de diciembre, respondió que “es una decisión personal que no voy a analizar, no es cuestionable”.

Consultado sobre las circunstancias en las que presentó el pedido a la Comisión de Juicio Político de la Cámara alta, Aníbal Fernández respondió que fue luego de la Acordada número 15, “en la cual dicen que proponen a (Ricardo) Lorenzetti como presidente (de la Corte) para el año 2016” y agregó que el 12 de de diciembre próximo “va a estar la Corte con tres miembros, entre los cuales uno de ellos no votó y Lorenzetti va a ser presidente. El cuestionamiento nuestro era cierto, lo que estábamos diciendo tiene un valor fenomenal”.

Y agregó: “Lo que estaba diciendo no era verdad, se decía que estaba presente en una reunión en la que nunca estuvo, había una falsedad ideológica en el accionar en ese momento y lo que hicimos fue decir las cosas como son, ante esa situación yo había presentado el escrito porque a los 97 años ya no tenía la lucidez ni participaba de la tarea de la Corte, porque era una verdad a gritos que se decía en los pasillos de la Corte, se conoce eso y presenté la nota, siempre muy respetuosa, sin buscar ni agraviarlo, ni castigarlo ni ninguna cosa por el estilo, simplemente averiguar si la idoneidad que lo hizo brillante y reconocido por los ciudadanos argentinos y quienes conocemos el Derecho seguía estando vigente, no buscamos otra razón.  Una forma de mal desempeño es también haber perdido la idoneidad”.