El gobernador de Chubut, Mario Das Neves, pasó a disponibilidad ayer al capellán de Esquel que conformó una escuela para inculcar la vocación policial a chicos de entre 9 y 14 años, hijos de miembros de la fuerza y de las barriadas pobres de la zona. Se trata de quien hasta ayer fue el sacerdote de la Unidad Regional de aquella ciudad, Adrián Mari, de 35 años, que inspiraba la formación castrense en alrededor de 40 chicos para que “valoren a sus padres y a sus familiares”. Al respecto, el ministro de gobierno del Chubut, Héctor Miguel Castro, aseguró que «la formación de la llamada escuelita de policías en Esquel no tiene aval oficial y corre por cuenta del sacerdote».  «Es una idea que ejecutó el padre Adrián Mari que no fue aprobada institucionalmente, y será bastante difícil que se apruebe con la imagen de un chico con un chaleco antibalas», adelantó el ministro. El cura admitió que «una vez se les colocó a los chicos el chaleco antibala y fue una muestra, no es que se los tenga con formación castrense, lamento mucho el camino que tomó todo». Por su parte, el subjefe de la policía del Chubut, Néstor Siri confirmó que  «está tomada la decisión de poner en disponibilidad al capellán de Esquel, quien cesará en sus funciones hasta que se diluciden los hechos investigados».  En su defensa, Mari sostuvo: «Hacemos actividades vinculadas con la policía porque queremos que valoren a sus padres y a sus familiares por la tarea que realizan y que lamentablemente por hacerla están muchas horas fuera de casa». En tanto, el jefe de la Unidad Regional Esquel de la policía del Chubut, Comisario Mayor Juan Carlos Espíndola, valoró la creación de la llamada «policía infantil», al considerar que «fue creada para ayudar a nuestras familias». «Es triste hablar de esto pero es así, y lamentamos que se haya dado una difusión que no se ajusta a la verdad» dijo el policía, quien recordó que «existen formaciones similares en Mendoza, Salta, Corrientes y Misiones».