Sociedad

Condenaron a ex custodio de Duhalde por vejaciones

Enrique Esteban Loretto,fue condenado a siete años y medio de prisión por los delitos de abuso y tenencia de armas de fuego, lesiones graves, vejaciones y violencia, por hechos ocurridos en el año 2003.

Un ex custodio del ex presidente Eduardo Duhalde fue condenado a siete años y medio de prisión por abuso de armas y vejaciones.

El Tribunal Oral Nº 5 de La Plata sentenció a Enrique Esteban Loretto, ex jefe de calle de la comisaría IV de Berisso, quien fuera también custodio del ex presidente Eduardo Duhalde y miembro del grupo Halcón, por los delitos de abuso y tenencia de armas de fuego, lesiones graves, vejaciones y violencia, por hechos ocurridos en el año 2003.Cuando el oficial Loretto llegó al cargo de jefe de calle de la Comisaría IV de Berisso, se le escuchaba decir entre los vecinos: “Yo soy el oficial Loretto y vengo a limpiar el barrio”. La comisaría funciona en el barrio de Villa Argüello de esta localidad. Loretto tenía carácter y compromiso con su labor; incluso realizaba los operativos a bordo de su propia camioneta Ford celeste, doble cabina, de civil, con chaleco antibalas y acompañado siempre de su escopeta recortada. Era duro y por eso los vecinos autoconvocados en los Foros de seguridad del barrio le daban su apoyo. Querían que limpiara al barrio de chorros.

Loretto fue acusado por Carlos Arévalo, plomero y vecino de Villa Argüello, por haber sido golpeado y detenido la mañana del 6 de mayo de 2003, cuando iba camino a su trabajo. Sin mediar palabras, el oficial y sus compañeros detuvieron el auto en él que viajaba junto a dos personas más. Ante la protesta del plomero por el trato que estaban recibiendo, Loretto lo golpeó, le fracturó el tabique y con la nariz sangrando, le ató las manos con su propio cinturón y lo llevó detenido a la Cuarta de Berisso, junto a sus acompañantes. Allí otro oficial le recomendó al propio Arévalo que hiciera la denuncia. Lo hizo y Loretto le inició allí mismo una causa por “resistencia a la autoridad”.

El 9 octubre de ese mismo año, Loretto fue detenido por haber baleado a otro vecino, Diego Gabriel García, cuando éste iba camino a su casa. Los testigos dicen que mientras García caminaba por calle 69 entre 121 y 122, un hombre le disparó con una escopeta desde un Fiat Uno rojo, lo hirió y se fugó junto a otro acompañante. Loretto fue encontrado unas cuadras más lejos, en el mismo auto que los vecinos reconocieron por la patente y con una escopeta de iguales características, con el cartucho servido. García relató en el juicio que no conocía a Loretto, pero que luego del episodio éste vivía en la casa que le habían usurpado y que sabía por vecinos que allí funcionaba una casa de citas. La víctima sobrevivió a las heridas pero quedó inhabilitado para seguir trabajando.

Todo esto fue debatido en los cinco días de audiencias que duró este juicio. Los doctores Horacio Nardo, María Isabel Martiarena de Bogliano y Carmen Palacio Arias vieron desfilar a las victimas, testigos y peritos que corroboraron las versiones presentadas en cada una de las causas que llegaron juntas a debate, después de 8 años de ocurridos los hechos.

En los fundamentos del veredicto condenatorio para el ex policía, los jueces destacaron como agravantes la condición de policía en la comisión del delito, el daño causado, el autoritarismo, el uso de armas sin registrar y el abuso del sistema judicial al iniciar causas por resistencia a la autoridad para justificar un comportamiento indebido.“Esperamos que esté adentro un largo tiempo y que esto sirva para que respeten más a los civiles. Loretto y los policías que lo acompañaban eran el terror del barrio”, dijo Carlos Arévalo después de escuchar la condena del Tribunal. Rosa Bru, presidenta de la Asociación Miguel Bru y quien recibió la denuncia de Arévalo, acompañó a su vecino durante todo el juicio y sostuvo al final: “Creemos que este puede ser un caso testigo. Estamos conformes. Esto va a dar confianza a la gente, coraje para denunciar”, “más miedo le demostrás, más crece” remarcó Rosa Bru en referencia al accionar policial en situaciones como ésta.

Por último, las abogadas Analía Carrillo y Sofía Caravelos, del Colectivo de Investigación y Acción Jurídica (CIAJ) destacaron el rol fundamental de las organizaciones de derechos humanos en este juicio. “Esta causa llega a destino por el compromiso de las organizaciones. Existe otra denuncia de iguales características a la de nuestro representado, ocurrida en la misma fecha y por los mismos delitos que no ha llegado a juicio oral. Eso es porque las víctimas no han sido acompañadas” resaltó la Dra. Caravelos. Las abogadas agregaron además que este caso muestra que la propuesta de Mano Dura lo único que genera es la represión, y que proveer a la policía de estas herramientas no lleva a buen destino.

Finalmente, Caravelos agregó en referencia a la lentitud con que el Poder Judicial llega a esta condena y al repudio en el fallo de los jueces a la práctica de Loretto de iniciar causas a sus detenidos por resistencia a la autoridad: “Nosotros hicimos una crítica. Es contradictorio repudiar una acción como ésta y tardar ocho años en ejercer el castigo. Si los policías hacen esas denuncias es porque no hay control por parte de la justicia. No hay maldita policía, sin maldito poder judicial” concluyó.

Loretto y sus abogados defensores quedaron haciendo cuentas. Es que no saben cuántos años más permanecerá en prisión. A los siete años y medio e inhabilitación por el doble de tiempo para ejercer cargos públicos, debe sumar que aún le queda afrontar una causa por trata de personas que se tramita en un Juzgado Federal. Sus años de gloria como custodio de ex presidente Duhalde e integrante de grupos de elite de las fuerzas de seguridad han pasado, se lamenta.