La presidenta Cristina Fernández destacó hoy la necesidad de fomentar un «Estado presente» porque «cuando el Estado mira para otro lado, más temprano que tarde, todo termina mal». 

A través de la red social Twitter hizo referencia al acto de reapertura del ingenio «La Esperanza» que ayer encabezó en Jujuy junto al gobernador Eduardo Fellner. 

«El ingenio es un símbolo, no sólo para los jujeños; es un símbolo de los tiempos que corren, de la necesidad de tener un Estado presente, de tener un Estado que no mire a otro lado cuando hay empresas o compatriotas que tienen problemas», sostuvo la mandataria. 

En este sentido, consideró que «cuando el Estado mira para otro lado, más temprano que tarde, todo termina mal». «Los argentinos tenemos demasiadas historias y demasiados tiempos en que las cosas han terminado mal», remarcó. 

«Afortunadamente un hombre, mi compañero, en el 2003, en nombre de un generación que había sido devastada y diezmada llegaba a Casa de Gobierno», manifestó en referencia al presidente Néstor Kirchner. 

En este marco, aseveró estar «convencida» de que, «si él pudiera volver a elegir la vida que tuvo, el sacrificio que le costó, volvería a hacer exactamente lo mismo» porque «sintió siempre ese compromiso con la historia, con la historia que se había truncado». 

«Mi compromiso en esta nueva etapa que estamos iniciando en una Argentina reconstruida es, después de una década ganada, poner en debate -pero fundamentalmente en acción y programas de Gobierno- la necesidad de la unidad nacional», planteó la presidenta. 

Además, al referirse al ingenio reinaugurado ayer en Jujuy, que emplea a más de mil 500 trabajadores, la mandataria sostuvo que el Estado Nacional ayudará al grupo empresario que lo puso en marcha y destacó la necesidad de una reconversión porque «no sólo con la producción del azúcar se va a sacar la empresa adelante». 

«Va a ser una empresa difícil pero no imposible. Los imposibles solamente son para los mediocres, para los que no tienen coraje. Hemos vuelto a adquirir capacidad de consumo porque hemos vuelto a tener el trabajo y la esperanza que nos habían robado durante décadas», aseveró Fernández de Kirchner. 

Además, remarcó que el noreste y el noroeste argentino «están por debajo de la línea de desocupación de la media nacional» y sostuvo que eso constituye «un orgullo» para el Gobierno nacional. 

«Fue la reapertura de la producción del ingenio La Esperanza, que durante los ´90 estuvo paralizado y, ahora, fue reactivado después de 18 años. El ingenio fue a concurso en 1995, en pleno auge del liberalismo en toda América Latina y, luego, quebró en el año 2000, otra fecha simbólica, en la que se desmoronaba la Argentina, como hoy se desmorona el mundo en otras regiones por un Estado ausente», completó.