En relación a la jornada Walter Formento dijo a El Mensajero Diario: “Esta jornada es una jornada que tiene una iniciativa en la Suprema Corte con muchos grises de compromiso con el monopolio mediático, incluso con los grandes monopolios financieros internacionales. Por eso coinciden los cinco años en que se demora el juicio a la JP Morgan con los cuatro años de impedir y bloquear que la ley se implemente. Entonces la Coalición, la ciudadanía en general, la sociedad civil, las organizaciones libres del pueblo nos hemos convocado a participar para que esta jornada sea una jornada de lucha, de lucha y debate de ideas, para que no quede en el aire del día de hoy solamente la versión al interior del Palacio de Justicia y que también quede las voces de la calle, aquellas que construimos la ley en el 2009 pero que la vinimos militando desde 1984.  Esta jornada tiene esta particularidad que tiene sinsabores, no son todos dulces, aquí hay más amargos y agrios porque nosotros ya deberíamos tener la ley implementada pero los poderes faticos financieros; con sus ramificaciones en el sistema judicial y en los medios de comunicación han logrado frenarlo tras bambalinas, por atrás de nuestro pueblo, por detrás de la democracia. Entonces, la democracia debe llenarse de calle, de participación y de pueblo; necesita hacerse presente para ratificar que la democracia tiene al pueblo como sujeto constructor, como sujeto que define, como mayorías que participan porque si no ellos deciden siempre por detrás, en lugares de elite.”

Luego explicó qué es la comunicación: “luego de la conformación del monopolio mediático audiovisual-gráfico entre el ´93 y ´97; y hacia el 2003, la comunicación empieza a ser un espacio donde incluso termina imponiendo política. Como si fuera el escenario de la participación política, cuando el escenario normal es la calle. El lugar de las mayorías pero logró instalarse desde el ´97 en adelante, como si fuera el lugar natural de la política y el que no estaba en el espacio mediático estaba por afuera de la política. Creo que el pueblo, la democracia, la ciudadanía, nos dimos cuenta que nosotros debemos democratizar la comunicación porque la comunicación somos todos y si somos todos tiene que ser pública. Porque mientras sea privada la cadena nacional financiera permanente que es el Grupo Clarín, no hay democracia. Así, la comunicación es un secuestrado, un desaparecido más. Por eso esta lucha, este esfuerzo cultural, esta militancia por la democracia, contra los monopolios y todas las formas de monopolios.