El documental “Fragmentos de una fuga”, estrenado el dos de septiembre en los cines porteños, será declarado de interés social de Ciudad de Buenos Aires.  El evento será el próximo martes, desde las 15.30, en el Salón Dorado de la Legislatura Porteña, ubicada en Perú 160, y está organizado por los diputados María Elena Naddeo, María Eugenia Rodríguez Araya y Raúl Puy.

Allí se hará una reflexión sobre una de las violaciones más graves de los derechos humanos de las mujeres a cargo de los autores de esta distinción parlamentaria, junto a especialistas en la trata de personas y actores y actrices de la novela “Vidas Robadas”. También participarán Susana Trimarco, mamá de Marita Verón, Marta Fontenla de ATEM 25 de Noviembre, y Fabiana Túñez de la Asociación Civil La Casa del Encuentro.

El documental de Pablo Milstein y Norberto Ludin toma como lugar de regencia permanente la casa de Susana Trimarco, la madre de Marita Verón y de esta manera la sucesión de escenas permite conocer a los protagonistas y descubrir la transformación de Susana: de una clásica abuela y madre joven a una mujer que con su voz y su lucha ha ayudado a decenas de mujeres víctimas del tráfico de personas. La película sigue el recorrido de Susana y su familia en busca de Marita, y retrata la relación entre ella, su nieta y el resto de los protagonistas.

Sobre el caso

María de los Ángeles Verón “Marita” vivía con su hija y su pareja en Tucumán hasta que el 3 de abril del año 2002 desapareció y desde entonces no se sabe nada de ella. Marita Verón, de 23 años, había dejado su casa para dirigirse a una consulta médica cuando fue secuestrada por una red de delincuentes que se dedican al tráfico de personas con fines de explotación sexual. De ello se enteraron por una llamada anónima de un testigo que vio cuando la joven era secuestrada por gente que bajó de un auto rojo.  A los cinco días la vieron a tres kilómetros de su casa tambaleándose como drogada y sin poder hablar.

Desde entonces su familia, encabezada por su madre Susana Trimarco, la busca incesantemente. Esta búsqueda ha llevado a la familia a conocer el turbio mundo de la explotación sexual y del tráfico humano, una situación que desconocían hasta el secuestro de Maria. La pista clave fue la investigación que les llevó hasta tres cabarets de la Rioja argentina, «Candy», «El Candilejas» y «El Desafío» (hoy rebautizado «La Isla»), que operaban como tapaderas de prostitución. Una prostituta contó que un proxeneta la vendió a esa whiskería por 2500 pesos.

La Cámara de Apelaciones de Tucumán los describió de esta manera: «Lugares destinados al ejercicio de la prostitución donde hay un sistema de reclutamiento de mujeres incluso mediante su privación de libertad». Una de las mujeres liberadas gracias a la investigación, de nombre reservado, declaró haber visto a Marita en «Candy», con el pelo teñido y lentes de contacto celestes. Periódicamente Susana recibe pistas pero no logra hallarla dado que policías y funcionario políticos de Tucumán y La Rioja impiden su búsqueda desviando la investigación.

Sin embargo Susana desafió a la mafia de trata y logró rescatar a más de 150 chicas por lo que es reconocida internacionalmente.