Una semana demoró el Juez Federal Armella para allanar el taller clandestino de la calle Pitágoras 1790 que confeccionaba prendas para Benito Fernández, Laurencio Adot y Jorge Ibáñez.

Pero tal como el titular de la Alameda manifestó por escrito ante el juzgado horas antes del allanamiento, “el taller había sido vaciado el mismo lunes 7 de junio y sólo habían quedado las máquinas de coser y los maniquíes”.

“Prendas, etiquetas y moldes fueron trasladados por orden de Benito Fernández, horas después que la AFIP intentará inspeccionar el lugar la semana pasada”, denuncian y consideran que “el Juez Armella tiene conocimiento por la declaración testimonial de Gustavo Vera de dónde fueron trasladadas esas evidencias y sin embargo, aún no ha dispuesto allanamiento, como tampoco lo ha hecho sobre la oficina contable que trabaja con Benito Fernández, ni ha secuestrado la documentación de las boutiques de los imputados pese a las graves denuncias formuladas por delitos penales tributarios”.

Desde la Alameda denuncian que “Benito Fernández se ha llevado toda la documentación contable de la boutique y que la inexplicable demora en el acción judicial sólo favorece la impunidad de quienes han basado su riqueza en la superexplotación de costureros y en la gravísima evasión tributaria”.

La Alameda ha presentado varios testigos claves e incluso ha denunciado el encubrimiento que durante años han hecho desde la DGI algunos inspectores que sostenían una relación de cohecho con Benito Fernández.