Durante una fiscalización coordinada con la AFIP, ARBA y los Ministerios de Trabajo de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires, el Registro Nacional de Trabajadores  y Empleadores Agrarios (RENATEA) detectó trabajadores  en condiciones de extrema precariedad, lo cual podría configurarse como  delito de trata de personas con fines de explotación laboral.

Frente a la presunción de delito de trata de personas con fines de explotación laboral, RENATEA presentó la denuncia ante la Fiscalía Federal de Tandil.

Los trabajadores fueron relevados en un establecimiento agrícola en la zona de la ruta 30, Partido de Tandil, realizando sus tareas en la producción de papa en deplorables condiciones de trabajo, seguridad e higiene.

Entre otras violaciones al régimen de trabajo agrario se constató que los trabajadores no recibían remuneración aunque iniciaron su trabajo hace más de dos meses, no recibían alimentos de manera periódica y que cuando recibían se las descontaban de sus salarios con sobreprecios.

También se constataron condiciones de insalubridad en el marco de los trabajos realizados ya que no existen lugares adecuados ni para vivir ni para higienizarse, observándose además que las maquinarias de trabajo no cuentan con las medidas de seguridad apropiadas. Se verificó que tampoco poseen la ropa de trabajo que según la legislación vigente debe ser provista por el empleador.

Los operativos de fiscalización se enmarcan en la política de combatir el trabajo no registrado en todo el país, una de las misiones centrales que posee RENATEA.