Economía

Deuda Externa

El Gobierno le pagó al FMI 315 millones de dólares y sigue negociando

El pago se encontraba incrustado en el calendario de vencimientos fijado por Mauricio Macri para condicionar y subordinar los intereses económicos nacionales. Es parte del pago del préstamo que se contrajo durante el gobierno anterior para financiar la fuga de capitales al extranjero y el lavado de activos de los grupos económicos.

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“El Gobierno pagó ayer US$ 315,6 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras continúa negociando un nuevo acuerdo para reprogramar los vencimientos de unos US$ 44.000 millones de deuda” sostuvo la agencia pública de noticias Télam.

«Los pagos de intereses al FMI, contemplados en el acuerdo stand by firmado en 2018 por el Gobierno de Juntos por el Cambio, se vienen realizando de forma regular de acuerdo al calendario previsto», explicaron las fuentes de la agencia, demostrando que el Gobierno Nacional tiene una fuerte voluntad de subordinar las necesidades financieras de la Nación al calendario de pagos del préstamo contraído por Mauricio Macri para financiar la fuga de capitales llevada adelante por los grupos económicos que mantienen secuestrada la economía nacional en su favor.

El pago de ayer corresponde a un vencimiento de intereses chico, de los tres o cuatro que hay por año, por lo que «no tiene sentido incumplir», explicaron las fuentes consultadas al confirmar el desembolso.

Los negociadores argentinos impulsan un cronograma a través el cual se aspira a cerrar un acuerdo con el FMI a más tardar a finales de mayo, cuando vence la cuota del pago al Club de Paris, que ronda los US$ 2.400 millones.

El Gobierno también busca renegociar este vencimiento y posponer así en total unos US$ 7.100 millones que vencen este año entre ambos organismos, para ser pagados más adelante.

El compromiso de la deuda externa contraída por Mauricio Macri evidencia los niveles de condicionamiento económico determinados para la Argentina, y que terminan encontrando correlato en la incapacidad política del gobierno de resolver los niveles obscenos de transferencia de recursos que se registraron durante la pandemia desde el bolsillo de las mayorías populares a lo balances de los grandes grupos económicos que operan en el país.

El monto abonado en un solo día al FMI es el equivalente al pago de casi 14 millones de Asignaciones Universales por Hijo; o cinco millones de Ingresos Familiares de Emergencia (IFE) que fueron interrumpidos en la necesidad de ajustar las cuentas públicas para garantizar los pagos del organismo multilateral de crédito.

El acuerdo celebrado por Mauricio Macri con el organismo, otrora presidido por Christine Lagarde, fue masivamente repudiado por la población. Encuestas de la época reflejaban un rechazo cercano al 75% a la decisión de recurrir al FMI por aquel entonces. El 25 de mayo de 2018, medio millón de compatriotas rechazaron en el Obelisco el acuerdo rubricado, y advertían desconocerlo cuando Macri abandonara el poder.

El retorno del peronismo al gobierno, bajo la estructura electoral del Frente de Todos, contenía la firme expectativa de un rechazo a la injerencia del FMI en el diseño de la política económica del país.

Resulta esperable, en la vida democrática, que la fuerza política que advertía al organismo multilateral que recuperaría el gobierno en breve y que desconocería el acuerdo celebrado, una vez alcanzado el gobierno, lo desconozca y rechace las oprobiosas consecuencias que trae aparejado para el conjunto de la población.

Pero nada de eso ocurrió y los reclamos del FMI se transforman día a día en agenda política económica del país. El ajuste sobre el presupuesto nacional, el descongelamiento de las tarifas, la postración de los salarios reales, la reforma a la movilidad jubilatoria que habrá de postrar los intereses de los jubilados y pensionados, los niveles de concesión a las agroexportadoras, el deterioro del poder adquisitivo y las concesiones a los grupos económicos, son una prueba contundente de ello.