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El lenguaje inclusivo en la competencia anti-pueblo de JxC

El avance contra el lenguaje inclusivo auspiciado por Rodríguez Larreta llegó a Río Negro de la mano del legislador provincial de Juntos por el Cambio, Juan Martin, quien envió una nota pidiendo que se imiten las políticas porteñas. El ministro de Educación de la provincia, Pablo Nuñez, rechazó el pedido y dijo que “no es el camino”.

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En el caso de la provincia de Río Negro, el diputado de Juntos por el Cambio Juan Martin, envió una nota al ministro de educación de la provincia pidiendo que se siga el camino de la ciudad de Buenos Aires.

“La verdadera inclusión es tener escuelas donde se eduque», señaló el legislador. Y afirmó que «el mal llamado lenguaje inclusivo es una manipulación del idioma que responde a una visión ideológica que algunos quieren imponer al resto”. Es necesario afirmar que la ordenanza de CABA atenta contra el artículo 1° de la vigente ley de Identidad de Género. Dice la ley:

ARTICULO 1º — Derecho a la identidad de género. Toda persona tiene derecho:

  1. a) Al reconocimiento de su identidad de género;
  2. b) Al libre desarrollo de su persona conforme a su identidad de género;
  3. c) A ser tratada de acuerdo con su identidad de género y, en particular, a ser identificada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad respecto de el/los nombre/s de pila, imagen y sexo con los que allí es registrada.

En respuesta a la nota del diputado de la tropa amarilla, el ministro de Educación de la provincia de Río Negro, Pablo Nuñez, rechazó firmemente la propuesta del diputado.

“Si de lo que estamos hablando es de intentar frenar un proceso de construcción social, la verdad es que va a estar difícil que lo frenemos si esta construcción social va a dar como resultado lo que tenga que dar”, respondió Nuñez en una rueda de prensa luego de acompañar al Instituto de Formación Docente Continua de Bariloche en la presentación del Profesorado de Filosofía para Secundarios.

Nuñez agregó que la comunidad educativa, ya sea estudiantes o docentes, lleva a la escuela la realidad de la calle y que “las escuelas son lugares para transformar esa realidad, para formarse. Intentar prohibir estos procesos me parece que no tiene sentido, que no es el camino”.

 

¿Qué implica la prohibición en lo discursivo?

El lenguaje no se puede prohibir. No es porque haya una legislación que lo diga (y si la hay, francamente lo ignoro), sino que, como fenómeno social, el lenguaje no es fijo, es dinámico y muta. Adrián Barsotti, profesor del área de los lenguajes de la Facultad de Derecho y Cs. Sociales de la UNCo explicó en una entrevista:

“La lengua se deja de utilizar cuando deja de ser útil, cuando las palabras no tienen aplicación práctica. Además, agregó: “Un par de generaciones atrás todos los componentes de la montura del caballo eran cosa cotidiana. Se conocían perfectamente la definición de faldón, de estribo, de sincha, etc. y hoy en día salvo para aquellos que están interesados, esas palabras han dejado de ser del dominio común.”

El lenguaje construye sentido y nombrar algo (o alguien) es hacerlo pertenecer, o en otras palabras, incluirlo. Por eso el lenguaje inclusivo es un fenómeno importante. No basta decir “Todos y todas” porque se deja fuera a una porción de la población que no se autopercibe dentro de las etiquetas de mujer o varón. Quitarle el nombre a algo es privarlo de su identidad y naturalizar una realidad que excluye a muchas personas.

Barsotti finalizó la entrevista mencionando:  “La lengua se resuelve en el uso; la lengua se normaliza en el uso. En la medida en que haya hablantes dispuestos a hablarlo. De alguna manera lo podemos relacionar con las lenguas de los pueblos originarios. Hay pequeñas minorías que todavía conservan el acervo cultural y se han preocupado por difundirlo porque es la manera de mantenerlo vivo. No hay otra forma”.

Santiago Kalinowski, director del Departamento de Investigaciones Lingüísticas y Filológicas de la Academia Argentina de Letras dijo (sin hablar en nombre de la organización) para Página 12: «El caso emblemático de prohibición es el del voseo durante el siglo XX. En la escuela se enseñaba a hablar de vosotros, una conjugación que es extranjera. Y la prohibición del voseo es el ejemplo de que no se puede torcer por decreto la evolución lingüística de una comunidad, eso no es algo gobernable»

Los usos de la lengua siempre son políticos en el sentido más amplio de la palabra. La intención de prohibir usos lingüísticos también lo es y lejos está de garantizar la libertad. Nos encontramos frente a una gran ironía. Autodenominados liberales que prohíben que una porción de la población se exprese libremente en un ámbito como la escuela, que debería garantizar todo lo contrario.

 

¿Una estrategia política de cara a las elecciones? 

El gobierno de Larreta prohibió que se fomente el lenguaje inclusivo en las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires. Parece simplista decirlo de esa manera, pero así fue. En teoría, la ordenanza solamente aplica para los contenidos dados por lxs docentes y al material que se entrega a lxs estudiantes, además de documentos oficiales de los establecimientos, pero la realidad es que buscan enviar un mensaje de cara a las elecciones del 2023: Buscan afirmarse como los paladines de las buenas costumbres de tiempos mejores, podríamos decir que buscan ser los más conservadores entre los conservadores, entiendo el término desde la definición del diccionario.

Las internas de la derecha (nucleados en Juntos por el Cambio y el Partido Libertario mayormente) están siendo una batalla para ver quién tiene el reflector encima por más tiempo. Ya el hecho de que esta nota (entre muchísimas otras) exista le da, de alguna manera, al jefe de gobierno porteño lo que quiere: mantenerse al frente de la escena. Sacrificar algunos votos indecisos con tal de reafirmar su presencia con lxs votantes de la derecha más recalcitrante.