Entrevistas

“En Europa parece haber un olvido de sus grandes migraciones”

La doctora en Historia, becaria de CONICET y especialista en migraciones, Bárbara Ortuño Martínez, analiza la historia de la inmigración en nuestro país y la falta de memoria de Europa sobre ese tema.

inmigrantes

El pasado 4 de septiembre se conmemoró el día del inmigrante. Un  4 de septiembre de 1812, el Primer Triunvirato firmaba el primer decreto sobre fomento de inmigración, donde se estipulaba que “el gobierno argentino ofrecía su inmediata protección a los individuos de todas las naciones y a su familia que quieran fijar su domicilio en el territorio del Estado, asegurándoles el pleno goce de los derechos del hombre en sociedad con tal de que no perturben la tranquilidad pública y respeten las leyes del país”.

Para conocer más sobre los inmigrantes que llegaron a nuestro país dialogamos con Bárbara Ortuño Martínez, doctora en Historia, becaria de CONICET y especialista en migraciones.

 

¿Cómo fueron las grandes migraciones europeas que marcaron la historia de nuestro país?

El mundo entero está marcado por los movimientos migratorios desde el origen mismo de la humanidad. El ser humano se empeñó en poner fronteras como para poner cada cosa en su lugar y tuvimos que adoptar estos cajones estancos. Ahora decimos estos son inmigrantes, estos son refugiados, estos son exiliados.

En el caso del continente europeo, principalmente en el caso español que es el que yo estudio, pareciera que existe un olvido de la situación de finales del siglo XIX y principios del siglo XX en donde hubo migraciones en masa. Salían de a millones de Europa y dependiendo de los países se iban asentando en otros destinos. América era el destino más deseado. Los italianos, por ejemplo, se dirigieron en gran medida hacia Estados Unidos y Canadá; y los españoles principalmente hacia América del Sur. Argentina fue el principal país receptor de esa población, aunque también recibió un gran número de italianos.

Entre finales del siglo XIX y 1930 llegaron al país más de 4 millones de personas procedentes de Europa. El principal punto de recepción fue Buenos Aires. Dentro de la provincia de Buenos Aires, la ciudad que más inmigrantes recibió fue Mar del Plata. Hubo otros polos de recepción como Mendoza o Córdoba. La Argentina se vio modificada por estas grandes llegadas de inmigrantes sumadas a los propios movimientos de personas dentro del país.

¿Cuánto ha influido la llegada de estos inmigrantes en la identidad e idiosincrasia propia de las grandes ciudad argentinas?

La ciudad se constituye a través de la mezcla, principalmente de inmigrantes italianos y españoles. Pero dentro de esos españoles hay gallegos, andaluces, castellanos, leoneses y asturianos. Hay también franceses. Hay belgas. Hay también poblaciones venidas de países vecinos. Tenemos habitantes que arribaron de los propios movimientos internos del país. Es un coctel muy interesante.


Cuando escuchamos y leemos sobre migraciones solemos escuchar categorías como “exiliado”, “refugiado”, “inmigrante”. ¿Cuáles son las diferencias y cómo debemos utilizarlas con propiedad?

Para hacerlo claro y breve, el exiliado es la persona que tiene que abandonar su lugar de residencia porque su vida corre peligro. Mientras que el emigrante puede elegir moverse porque desea un cambio social, económico o de cualquier otra índole. El refugiado también sale de su país porque su vida o la de su familia corren peligro de muerte. Esto puede deberse a una situación de guerras, persecución étnica o religiosa, pero es un estatuto oficial que lo debe conceder el Estado al que la persona llega. Este estatuto está vigente desde la Convención de Ginebra de 1951.

 

¿Estas investigaciones historiográficas son difundidas por la Universidad?
A la hora de publicar estas investigaciones, desde la Universidad tratamos de contarlas para que lleguen a todo el público, a veces en formas de historias de manera que pueda ser leído por cualquiera y no solo por estudiosos de la Historia, siempre respetando el rigor científico de lo que estudiamos. Así lo hicimos por ejemplo con “Historia(s) de la inmigración asturiana en Mar del Plata”, que realizamos junto a Walter Derbiz y Liliana Da Orden y que fue publicado por Eudem, la Editorial de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Pusimos mucha fuerza en el tema de las imágenes y del lenguaje con que escribíamos
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Fuente: Resumen del Sur