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FORMOSA

La evolución del extremo oeste a tono con el desarrollo de comunidades indígenas

La docente Azucena Elvira Sánchez, con casi dos décadas y media de antigüedad en su labor, conocedora en detalle de toda esa región, refiere a su condición de "testigo privilegiada de todo un proceso de plena transformación".

«Los enormes avances, que no se detienen, sino por el contrario pareciera cobrar cada vez mayor fuerza, que se están produciendo en la última década en todo el extremo oeste de nuestra provincia, conforman un contexto emblemático de las mejoras en las condiciones de vida y la plena inclusión de los pueblos aborígenes de Formosa», sostiene la docente Azucena Elvira Sánchez, es directora de la Escuela 433 de El Potrillo, establecimiento que meses atrás incorporó una imponente nueva estructura edilicia.

La docente, con casi dos décadas y media de antigüedad, conocedora en detalle de toda esa región, refiere a su condición de «testigo privilegiada de todo un proceso de plena transformación, que tengan la seguridad quedará inscripta dentro de los memorias históricas».

Al mostrar con cierto dejo de orgullo todo el complejo educativo nuevo que incluye además de la escuela primaria 433 al JIN 15 y un imponente polideportivo, donde además se dictan clases a adultos y también formaciones en informática, corte y confección, entre otros oficios, afirma: «Todos los que sin conocer en absoluto la realidad de nuestra zona, y mucho menos la historia, salen a hablar de abandono, desinterés, persecución, y cuantas mentiras mas, deberían venir a ver los progresos que hemos tenido», expuso.

«Yo conozco muy bien toda esta zona (departamento Ramón Lista). Cuando a mediados de los 80 comencé a prestar servicios junto a los auxiliares aborígenes, que luego del proceso de avance educativo fueron formados como los MEMAS, doy fe de la enorme tarea que se viene desarrollando en los últimos años, con la firmeza de que nuestros aborígenes preserven su lengua, y sobre todo la integralidad de su cultura», relata.

Advierte que «a quienes como yo apreciamos y vivimos a diario de todo lo que se viene haciendo para que las comunidades mejoren sus condiciones de vida, molesta que muchas veces se mienta y se oculte todo el desarrollo», para exponer a modo de claro ejemplo de lo de ayer y lo actual, como contraste de realidades muy disímiles: «La antigua y precaria escuelita con salones de paneles de madera, que fueron confeccionados después de inundaciones, algo que fuimos construyendo entre los mismos maestros, y ahora tenemos esta maravillosa obra educativa, todo un sueño».

Sánchez excede el contexto educativo refiriendo a que cuando recién llegó a la zona de El Potrillo, «no había luz, una salita que funcionaba en una casilla de barro, tampoco teníamos agua potable, más que caminos eran senderos, tampoco viviendas y ni que hablar de proyectos productivos o políticas de asistencia a familias de condiciones humildes».

«Ahora es otra la realidad, con instituciones educativas hasta para el nivel Superior, un hospital que ahora está siendo ampliado, la energía eléctrica las 24 horas, servicio domiciliario de agua potable, viviendas de material, todo un movimiento económico producto de un sostenido desarrollo», para insistir en subrayar que «ante todo esto es que resulta indignante que se mienta y no se diga nada sobre estas realizaciones».