Sociedad

Festival Primavera sin Monsanto

Se realizó ayer en Córdoba, con la participación de una multitud, junto a numerosos artistas locales y nacionales, miembros de organizaciones sociales y campesinas, organizaciones partidarias y sindicales, colectivo de artistas, estudiantes, vecinos y vecinas que luchan por la vida.

Muchas personas se unieron al festival.

El Festival Primavera sin Monsanto reunió ayer a numerosos artistas y organizaciones sociales que se oponen a que la empresa multinacional Monsanto instale una planta de semillas en Córdoba.

 

El evento se realizó desde las 15 en la puerta del predio de la empresa Monsanto, en la localidad de Malvinas Argentinas.

 

Al respecto las entidades que organizaron la actividad sostienen que están convencidos de que «la movilización social es el único camino que queda frente a la indiferencia de quienes avalan la construcción de la planta de Monsanto en la ciudad de Malvinas Argentinas, y su operación en todo el territorio Argentino».

 

La asamblea de vecinos reclama que se realice una consulta popular en octubre, junto con las elecciones legislativas, para que sean los mismos habitantes de Malvinas Argentinas los que decidan sobre el futuro sobre la radicación de la multinacional en la ciudad.

 

Acompañaron ésta iniciativa en una charla pública el científico ANDRÉS CARRASCO, Director del Laboratorio de Embriología Molecular del CONICET-UBA y NORA CORTIÑAS, Madre de Plaza de Mayo, línea fundadora.

La convocatoria fue para “decir No a Monsanto y para que los afectados den testimonio de lo que sucede en sus comunidades y denuncien con su propia voz las consecuencia de las fumigaciones en sus territorios”.

 

En un comunicado acusan a la empresa de querer: “Construir e Instalar, cientos de enormes silos, los que llegarían al orden de las tres centenas en pocos años (en el 2013 serán 40 y se prevé 240 silos para el año 2017 según informe de aviso de proyecto); De utilizar cientos de toneladas anuales y en forma continuada, de venenos de alta toxicidad y permanencia en el ambiente; De transitar con estos venenos por zonas urbanas y/o Periurbanas; De utilizar enormes cantidades de agua, la que después del “proceso” quedará fuertemente alterada; De extorsionar a los más débiles con la excusa del empleo.”